Los campesinos de los Montes de María, en el departamento de Bolívar, ven en la firma del proceso de paz entre el Gobierno nacional y la guerrilla de las Farc el comienzo del desarrollo del territorio que alguna vez estuvo manchado de sangre por el conflicto armado.
Fueron muchos años los que tuvieron que lidiar con el miedo, la zozobra, el desplazamiento y los asesinatos, pero ahora solo sueñan con ver sus parcelas llenas de cultivos, hatos ganaderos, y contar con el apoyo de los diferentes niveles del gobierno para convertir está subregión en un polo de desarrollo.
¿Con qué sueñan? Con vías secundarias y terciarias en buenas condiciones para transportar los cultivos; colegios en buen estado donde los estudiantes reciban clases de manera digna; hospitales y puestos de salud en donde la atención a los pacientes sea una prioridad; zonas recreativas y deportivas en donde niños, jóvenes y la comunidad en general pueda recrearse e integrarse; en fin, vivir en paz y prosperidad.
Perdieron productos
Francisco Conde, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda El Guapo, la cual pertenece al corregimiento de Caracolí, en El Carmen de Bolívar, espera que la vía de acceso a esa pequeña comunidad sea intervenida en esta etapa de postconflicto.
El labriego aseguró que en diferentes oportunidades ha denunciado el mal estado en que se encuentra la carretera que conduce a esa pequeña comunidad, para ver si logra que sea optimizada.
Advirtió que la mayoría de productos agrícolas que cosecharon durante este 2017 se perdieron porque no los pudieron sacar hasta el mercado municipal por el pésimo estado de las vías terciarias.
“Fue un año muy productivo, logramos cultivar muchos productos agrícolas, pero en su gran mayoría se perdieron porque las vías terciarias se encuentran en pésimas condiciones por la falta de mantenimiento”, destacó el líder.
Agregó que prueba de ello fue la superproducción de ñame tipo diamante que se generó durante este año, la cual se perdió en su mayoría porque los caminos estaban destruidos. Era imposible sacar las cargas hacia los diferentes mercados.
“Nosotros sufrimos mucho cuando tenían presencia en el territorio los violentos, huimos de las muerte dejando todo, resistimos las persecuciones y padecimos mucha hambre. Esperamos que en esta etapa solo nos lleguen cosas buenas”, dijo Conde.
Otra de las vías terciarias que está perdida es la que del municipio de El Guamo conduce al corregimiento de Robles, la cual por su deterioro está perjudicando a sus habitantes.
Maribel Pacheco, quien vive en la vereda, espera que en la inversión que va hacerse a través del Contrato Paz, la vía sea priorizada y pavimentada.
La mujer resaltó que necesitan infraestructura vial porque en los últimos diez años no se han invertido recursos para atenderlos, ni para que accedan a asistencia técnica o a créditos. Solo el 3% de esta población se beneficia de estas opciones y necesitan que se intervengan los 17 distritos de riego que se encuentran abandonados.
Otros aseguran que las inversiones deben darles las garantías para continuar en el campo, tener aliados comerciales y no depender tanto del gobierno.
Contrato Paz, la apuesta
La gran apuesta del Gobierno nacional, una vez se firmó el acuerdo de paz con las extinta guerrilla de las Farc, es poder hacer grandes inversiones en las regiones en donde más se sintió el rigor de la guerra.
El llamado Contrato Paz tiene como objetivo superar la pobreza, los estragos de la violencia, dolor y muertes que generó el conflicto armado; también la imposibilidad de comercializar los productos agrícolas, el poco desarrollo turístico, los bajos niveles de competitividad, confinamiento territorial y ayudar a unas 590 mil víctimas que se concentraron en los Montes de María y el sur de Bolívar.
El Gobierno nacional y la Gobernación de Bolívar ya iniciaron las inversiones. Para poder lograr el fortalecimiento de esta subregión ya se destinaron más de $100 mil millones en varias obras. Entra ellas la construcción del tercer tramo de la Transversal de los Montes de María, entre la vereda de Lázaro y el corregimiento de Macayepos, por $24 mil millones. El sistema de alcantarillado para El Carmen de Bolívar, contrato que fue adjudicado el pasado miércoles por unos $56 mil millones.
“El Contrato Paz es un proyecto de planificación e inversión en temas históricos que causaron incomodidad y angustia y no le permitían a la ciudadanía montemariana mirar el futuro con optimismo. Pero hoy podemos hablar del acueducto San Juan – San Jacinto, que ya está en ejecución por $15 mil millones. Esta es una de las primeras bendiciones del contrato”, explicó el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz.
Añadió el mandatario departamental que “familias de Zambrano, Córdoba Tetón, El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan y El Guamo recibirán cinco reses genéticamente desarrolladas, preñadas, que ayudarán en su alimentación y en su desarrollo económico. Serán 600 familias beneficiadas con un proyecto de $15 mil millones”.
Sobre las vías, resaltó las inversiones que se harán como en la vía Punta Plancha – El Hobo, que compromete a seis corregimientos de El Carmen; la vía San José de Playón (Marialabaja) y Santo Domingo de Mesa (El Carmen); la vía de Las Palmas en San Jacinto y otra más que poco a poco se irán priorizando.
$3.5 billones
La inversión en el ‘Contrato’ será de 3.5 billones de pesos, de los cuales $1 billón 600 mil millones son para Bolívar en 38 de sus 45 municipios. La cantidad restante, $1 billón 900 mil millones, son para 19 poblaciones de Sucre.
En ambos departamentos se construirán en conjunto 490 nuevas obras de infraestructura en salud, educación, alcantarillado, saneamiento básico, alcantarillado, agricultura y agua potable.
El alcantarillado de El Carmen de Bolívar, por $56 mil millones y el nuevo acueducto regional San Juan – San Jacinto, por $15 mil millones, son algunas de las inversiones del Contrato Paz.