Miembros de la comunidad de Piñalito y Tacasaluma, denunciaron ayer a este diario, que el consumo de drogas alucinógenas se ha disparado en estas poblaciones, desde el aumento del micro tráfico que personas inescrupulosas han instalado en dichas poblaciones.
Según los quejosos, niños menores de edad, consumen droga y algunos menores, son utilizados por los jíbaros para que distribuyan la droga entre los estudiantes, se han visto casos en que los padres o familiares de estos expendedores, son alertados, pero es poco o nada lo que hacen aduciendo que están ayudando en la casa.
Ya algunos menores, se están hurtando las piezas de las motobombas que sacan las aguas lluvias, para cambiarlas por drogas.
Los quejosos temen denunciar, ya que se han conocido casos de amenazas de que si lo hacen, los van a encerrar en el camino para hacerles daño, la droga la llevan desde Magangué, denunció una fuente, por lo que piden patrullaje a la Policía para evitar que esto ocurra.