Julio Comesaña sonríe, pero mantiene la calma. El entrenador uruguayo explicó los argumentos con los que el Junior consiguió un resultado contundente en el partido de ida de la final de la liga, pero reconoció que tras el triunfo volverá a enfocarse en la vuelta por la Copa Sudamericana ante Atlético Paranaense en Curitiba, a la que llega con un empate 1-1. Los goles ante el Medellín fueron de Luis Díaz, James Sánchez, Teo Gutiérrez y Marlon Pierahita.
Segundo tiempo en el Metropolitano. «Cuando pusimos la pelota la piso, obligamos al Medellín a retroceder con un 4-4 al último cuarto de cancha y allí igual le filtrábamos la pelota, le tirábamos paredes y estábamos allí cerca… En el segundo tiempo empezamos a calmar las cosas un poco y a pensar, a ponerle el alma como le estaban poniendo. No le bajamos el ánimo que teníamos, pero sí empezamos a hacer otras cosas. Fue una segunda parte muy emotiva, en la que logramos superar a un rival muy complicado, incluso el partido se puso 2-1 y al final logramos una ventaja que no es definitiva, pero en este nivel –con equipos tan parejos- es una ventaja apreciable».
Ventaja de tres goles para la vuelta. «A mí me gustó la actuación del segundo tiempo. Cuando uno remata un partido como este –despedirnos del Metropolitano con nuestra gente- es un gran aliciente. Tres goles no son definitivos porque el DIM es un equipo con gol, pero para nosotros también es importante. Nosotros no vamos a ir a Medellín a meter 11 volantes, nosotros tenemos que salir a jugar como si estuviéramos 0-0 o 1-0 ganando. No podemos descansar, pero ahora la cabecita la tenemos en Brasil».