Una polémica se ha suscitado en Magangué entre docentes, padres de familia y ciudadanía en general por la norma que impide a las instituciones educativas expulsar a los alumnos que lleguen ebrios, aduciendo que prima el derecho al libre desarrollo de la personalidad del estudiantado. Pero eso no es todo, según la Corte Constitucional, tampoco podrán sancionar a aquellos que sostengan relaciones sexuales en el plantel.
Sin duda, esta es una excelente noticia para aquellos jóvenes que quieran tomarse dos cervezas al almuerzo o consumir sustancias alucinógenas entre clases, y después hacer el amor.
En la práctica, esto significa que las directivas de los planteles no podrán tomar medidas disciplinarias hasta que el estudiante en estado de embriaguez o drogado cometa algún delito. Y tampoco podrá tomar correctivos contra los alumnos que quieran utilizar el colegio como motel.
Prima el derecho a la educación
Algunos magangueleños están de acuerdo con la norma, aduciendo que nada puede transgredir el derecho a la educación, mientras que otros ciudadanos, aseguran que los jóvenes no deberían ingresar a las aulas de clases en estado de embriaguez, porque van en contra de los conceptos de la moral y la ética.
El secretario de Educación de este municipio, Óscar Menco Castro, opina que lo primordial es garantizar el acceso de los alumnos a los salones de clases.
“El derecho a la educación no puede ser transgredido, por lo tanto los alumnos deben recibir sus clases de forma integral, sin interrupciones. Hasta el momento no se ha registrado casos de este tipo en Magangué”, acotó el funcionario.