El pasado 24 de octubre se celebró 242 años de la refundación de Cascajal, cuando ese día de 1776 el oficial español Antonio de la Torre y Miranda, buscaba el camino hacia el río Magdalena, visita la Parroquia de CASCAJAL; reunió los vecinos, tomando la iglesia como centro urbanístico refundó la población.
La celebración fue apoteósica donde participaron con eventos culturales, niños jóvenes y los de la tercera edad, demostrando el cariño y sentir de ser cascajalero. Nos sentimos orgullosos de haber nacido en esta tierra, en donde el calor de sus habitantes nos deleita con su cariño, amabilidad y ternura, y el aroma de sus sabanas y ciénagas iluminan sus pensamientos y sentimientos: y qué decir de su gastronomía, de las artesanas, los pescadores, agricultores, profesionales y población en general que luchan día a día, para que Cascajal conserve sus costumbres, tradiciones y la comunidad tenga mejores condiciones de vida. Eso se demostró con la celebración de sus 242 años de refundado.
Y es que en Colombia hay municipios que deberían ser corregimientos y corregimientos que deberían ser municipios; Cascajal es el primero y el más importante de los corregimientos de Magangué Bolívar y el departamento, y tiene talla para ser ascendido a la categoría municipal.
Cabe destacar la importancia que ha sido la artesanía, el sombrero cascajalero como elemento representativo de nuestra comunidad, único en la Costa Caribe y en el país, a ese grupo de artesanas trabajadoras incansables que con el movimiento armónico de sus manos tejen trenzas y elaboran sombreros, pegaditas en sus máquinas.
A los pescadores que navegan sin cesar en nuestro sistema cenagoso para brindarles a la región los deliciosos pescados que éstas producen, y a toda la comunidad cascajalera y pueblos vecinos, gente amable, cordial y sincera que laboran incansablemente para educar a sus hijos.
Cascajal una población con un alto nivel educativo, el cascajalero es amante del estudio y por eso encontramos profesionales de esta tierra repartidos por todos los rincones patrios. Es además uno de los lugares del país que produce más docentes y de los buenos. Así las cosas, podemos afirmar que Cascajal es tierra de futuro, precisamente por la preparación académica de las presentes y futuras generaciones.
Me queda agradecer a todos aquellos que hicieron posible que se llevara a cabo estos actos culturales en sus 242 años, en donde se reflejó el amor de patria chica, el querer y sentir de la comunidad con su pueblo y, el apoyo de otras comunidades vecinas.
Cascajal, un lindo pueblo, bañado por un hermoso sistema cenagoso que ilumina el pensamiento de sus habitantes y alegra sus sentimientos. Donde la honestidad de sus habitantes, es como una flor tejida con hilos de luz que inspira a quien la cultiva y esparce claridad en derredor.