Funcionaria asegura que todo inició en agosto de 2017 cuando por vía de tutela solicitó sus vacaciones, ya que se las habían negado y desde entonces dice que es perseguida.
Una investigación por el delito de acoso laboral cursa en la Procuraduría General de la Nación en contra de la directora seccional de la Fiscalía en Sucre, Maritza Chavarro Antury.
La misma se encuentra en la fase probatoria y fue abierta el 30 de abril del presente año por la denuncia que le presentó su subalterna, Luz Mery Cecilia Díaz Genes, quien desde este martes 13 de noviembre pasa a una Fiscalía de descongestión, es decir, de Ley 600, donde debe proyectar y por ende escribir en computador lo que es veneno para la enfermedad que padece, túnel del carpio en ambas manos con una incapacidad del 17% en cada una de estas.
Díaz Genes, que está próxima a cumplir 15 años de labores en la Fiscalía, asegura que es primera vez que se siente acosada y discriminada por un superior, por lo que este viernes y dado los continuos hechos que afectan su buen desempeño y que impactan en su vida personal, emocional y familiar, decidió hablar para los medios de comunicación, sin importar que existan más represalias en su contra.
Según la denunciante, ella no es la única acosada en la Fiscalía de Sucre, hay muchos otros, pero sí es la primera que revela públicamente la situación de la que además es víctima la Fiscal Delegada ante el Tribunal Superior de Justicia de Sincelejo.
Dice Díaz Genes que por su condición médica debe asistir frecuentemente a citas médicas y cuando solicita los permisos a la directora Maritza Chavarro, esta se los otorga de manera estricta en los tiempos.
“Decirlo y vivirlo son dos cosas diferentes”, narró en medio de lágrimas Luz Mery Cecilia, al tiempo que trajo a colación un problema que tuvo su hijo mayor que estudia por fuera de Sincelejo y al que no pudo atender porque le dio miedo pedir permiso.
Aunque no sabe por qué es víctima de este acoso que denuncia, sí recuerda que este se inició en agosto de 2017 cuando solicitó sus vacaciones y le fueron negadas, por lo que ella acudió a una tutela y desde entonces carga una ‘cruz’, según dijo.
“Me las negaron porque otra funcionaria iba a salir. A partir de que me conceden las vacaciones vía tutela, empiezo a sentirme perseguida, que hasta me cuestionaban a qué horas llegaba, a qué horas salía”, sostuvo la funcionaria.
Otra de las manifestaciones de acoso y discriminación de las que Luz Mery Cecilia dice ser víctima se evidencia en que siendo funcionaria de planta no es promovida a otros cargos ni tampoco es tenida en cuenta para estar en encargo en una fiscalía Local, mientras que a otras personas sí se les otorgan, según ella, sin hacerles estudios previos.