Este videocasete que se titula: SINFONICA VALLENATA-SOLO CLASICOS, que nos lo ha regalado nuestra dilecta amiga Anita Bolívar de Consuegra copropietaria de la Universidad Simón Bolívar precisamente en estos días pre carnavalescos, para mí, personalmente – y digo personalmente – porque las canciones ejecutadas por seis reyes vallenatos, todas me traen recuerdos de mi vida de estudiante allá por los años cuarenta.
En los años cuarenta los estudiantes del Valle de Upar, se reunían y tímidamente en recintos cerrados dejaban oír sus voces cantando vallenatos del maestro Escalona principalmente, cantando estas canciones mitigaban las nostalgias de sus pueblos natales, entre otras, el recuerdo de la novia dejada, los amigos del colegio y todo eso que constituía el sano ambiente de la provincia de ese entonces; lo hacían casi que de manera clandestina puesto que dicho género musical para la época, no era de buen recibo en las altas esferas sociales.
Arturo Gutiérrez vallenato de la más pura esencia, silbaba y él mismo se acompañaba haciendo sonar con los dedos de la mano libre el libro que sujetaba con la otra mano el cual le servía de tambor; Napoleón Juvinao, Efraím Gnecco y unos cuantos más oriundos del Magdalena Grande. Jóvenes todos que además, se distinguían de los otros costeños por su particular acento al hablar. Eran aquellos años en que solo existía en la Costa, la Universidad de Cartagena.
Hoy al escuchar esta joya musical cuando seis reyes vallenatos, acompañados por dos guitarras, un piano, un cajero y dos cantantes, lo digo con franqueza, casi que me hacen salir un par de lágrimas al escuchar la magistral ejecución en esos acordeones: LA MUERTE DE ABEIL ANTONIO, LA VIEJA SARA y otros más que igualmente me han conmovido, al terminar mis estudios de medicina, en el año de 1952, ya el vallenato clásico sonaba sin censura en casi todas las emisoras de nuestra costa.
Este disco vale la pena escucharlo en compañía de amigos contemporáneos, algunos como yo nonagenarios que vivimos esa época en que Escalona se quejaba que se iba desterrado del Valle porque no tenía diploma de bachiller para poder enamorar, a otras tierras donde no haya bachilleres, al mismo tiempo le cantaba a aquella morenita de su pueblo que se iba a quedar sola porque había oído por la radio que habían abierto el El Liceo Celedon en Santa Marta y él se iba como estudiante; y que decir cuando le pedía y recomendaba a la Maye que se pusiera aquel trajecito el que se ponía cuando lo esperaba. Ese que tiene flores pintadas, dos mariposas y un pajarito.
En resumen, es un disco que se escucha con deleite sobre todo para quienes gustamos del vallenato clásico, ese que Adolfo Pacheco – autor de la HMACA GRANDE – dice que son: crónicas, sobre todo las composiciones de Escalona y, yo añadiría que hay también, relatos y crónicas como ejemplo está el reclamo que Abel Antonio Villa al presentárseles a quienes por considerarlo muerto le estaban velando, les dice: fueron cinco noches que me hicieron de velorio, para las nueve noches todavía me deben cuatro..