“Dentro de un año, cuando finalicen las obras del puente más largo del país, La Bodega será sólo un recuerdo”, con esta reflexión transportadores fluviales y personas que laboran en ese puerto de entrada a la Depresión Momposina, analizan el impacto que tendrá esta megaobra en su economía.
Es importante recordar que a comienzos de este año varios conductores de chalupas protestaron por esta estructura. Según ellos, el puente aumentará la movilización terrestre, lo que lo que llevaría a la quiebra a los transportadores.
Sin embargo, en la actualidad estas mismas personas se han dedicado a buscar alternativas de trabajo. Voceros de este gremio le han solicitado en reiteradas ocasiones al Fondo de Adaptación para el Cambio Climático proyectos productivos que compensen el presunto desempleo que sufrirán con la apertura del puente Yatí – La Bodega.
“Entendemos que el puente traerá desarrollo, no nos oponemos a eso, pero necesitamos continuar laborando en otros sectores, antes de que La Bodega se convierta en un recuerdo”, dijo Juan Mejía Madrid, transportador fluvial.
El quinto puente más largo
Su longitud de 2,3 kilómetros lo convertirá en el quinto puente más largo de Sudamérica después de Rafael Urdaneta de Venezuela (8,67 km), Libertador General San Martín de Argentina-Uruguay (5,9 km), Rosario-Victoria de Argentina (4 km) y Terceira Ponte de Brasil (3,3 km).
La obra completa contempla 12 kilómetros, entre los cuales se construyen dos puentes de gran magnitud: Santa Lucía de 1 km y Roncador de 2,3 km que será el más largo de Colombia.
La inversión para la construcción del puente fue de $280.000 millones, y su inauguración está programada para junio del próximo año.
“Esta mega obra permitirá conectar por vía terrestre a todos los municipios del sur de Bolívar, especialmente a Magangué y Mompox, que han estado separados por lo que se conoce como la depresión momposina”, explicó el gerente del Fondo de Adaptación, Iván Mustafá Durán.