Los habitantes del caserío de San Antonio, en el corregimiento de Rabolargo, jurisdicción de Cereté, Córdoba, no salen de su asombro al conocer que una ternera murió y otras tres se encuentran muy graves, luego de que fueron violadas por un grupo de jóvenes, que ahora se dedican a visitar en las noches los corrales de las parcelas.
El primer caso se dio en la parcela de una mujer identificada como Libia Suarez, ubicada al lado de la plaza de San Antonio, en donde una ternera recién nacida, que amaneció ensangrentada y con su órgano reproductor bastante maltratado, murió en la tarde del pasado viernes.
El veterinario que le hizo los exámenes para determinar la causa de su muerte, indicó que había sido violada por humanos.
En la misma parcela también fue abusada otra ternera de tres meses de nacida, que al parecer, por tener mayor edad, pudo aguantar los vejámenes que le hicieron sus agresores.
Pero las noches de lujuria con las terneras también se dieron en la parcela de Noris Narváez, en donde dos pequeños animales fueron atacadas sexualmente. Incluso, a una de ellas la dejaron con un palo metido en su vagina, lo cual le ha ocasionado una infección que la tiene al borde de la muerte.
Una patrulla de la Estación de Policía de Rabolargo llegó hasta San Antonio para investigar el caso y buscar a los responsables de estos actos que tiene muy preocupada a la población, porque no se sabe en que momento van a actuar nuevamente los violadores de terneras, que causan un gran daño al atacar a los animales de los pequeños campesinos que solo tienen dos o tres vaquitas para aportar a la alimentación de la familia.
Los habitantes de San Antonio piden a las autoridades de Cereté que ordenen a la policía realizar rondas en la zona, para ver si capturan a los jóvenes zoofílicos, que hoy violan terneras, pero que mañana podrían atacar a las niñas de la región