Frente a la idea que rueda… si, China y Rusia, sacarán de la crisis al mundo, me permito realizar la siguiente precisión: si alguna de las dos, o las dos, tienen un proyecto global, no nacional, no político, no económico, con contenido que oriente a la humanidad… serán capaces perfectamente de sacar al mundo de la actual crisis; presumo están avanzados, pero, les falta y, les falta bastante en la construcción del proyecto, que debe ser una teoría lo suficientemente probada, una teoría, que, para ser probada, requiere revisar la experiencia histórica y, más atrás de la experiencia histórica, la experiencia de la naturaleza, en donde está la dialéctica natural; la experiencia pasada de la humanidad, como fuente del conocimiento (Filosofía no Ciencia; lógico la ciencia se fue ensamblando día a día, son la filosofía, hasta llegar a ser la rectora del conocimiento de la humanidad, en esta última etapa de la civilización).
Debemos tener muy claro, que el problema no es, si China predomina o, Rusia predomina o, se unen y salvan la humanidad, porque esto sería una idea, un querer y, está bien la idea y el querer, pero, se necesita una estructura teórica y construir la cultura necesaria, para despersonificar y hacer a un lado el interés, en el caso nacional, e implementar en todo el mundo la Estructura de Estado, el Contenido de Estado, la Orientación de Estado, partiendo de, que el Estado no tiene contenido político, los gobiernos en la realidad, tienen contenido político, y que el Estado interactúe con los intereses, nos parece muy bien, porque ese interactuar indica que la civilización es necesaria, y que debe existir para interactuar dialécticamente el Estado y los Intereses, cosa que hasta el momento, filosóficamente y en la práctica, está pendiente; esta es la salida grande y, única posiblemente, al futuro, en donde no desaparece el Estado, al contrario, se fortalece y no desaparece el Interés Particular, porque, si desaparece el Interés Particular, desaparece la Civilización… desaparecerían las Artes, las Artesanías, la Teología, la Tecnología, la Ciencia, la Infraestructura, que son los frutos de la civilización.
Tendremos que darle prelación al contenido de Estado, recordando que el Estado, por naturaleza, no tiene contenido político, aclarando también, que en la naturaleza no se da el contenido político, no existe la política, no existen los interés particulares… solo existe la necesidad; aclarando también que no existe el equilibrio absoluto en la naturaleza, existe siempre una diferencia de energía; esa diferencia de energía es una contradicción y, esa contradicción, es complementaria; la misma contradicción que se da entre: el Estado y los Intereses que, al interactuar se vuelven complementarios, que es diferente a las contradicciones antagónica, que rigen a la civilización y, son las únicas que predominan y trazan el destino de la vida y de la humanidad, en el periodo de civilización, las cuales han entrado en crisis final: Crisis de la Civilización.
Regenerar la naturaleza del Estado, rumbo al Estado Global, a la Constitución Global, a la Corte Cultural Global, a los Maestros Filósofos, que brotan naturales, en la medida de la necesidad, y soportan con los pueblos la direccionalidad de nuestro mundo y, lo conducen al futuro.
