Resultados de nuevo estudio hidráulico plantean proyecto para control de inundaciones y desarrollo, pero ahora se deben buscar los recursos.
La Mojana es quizás el lugar del país para el que más se han contratado estudios que buscan saber a ciencia cierta cuáles son las respuestas al problema de las inundaciones. Tanto nacionales como internacionales, esos estudios permiten decir que la Mojana, por fin, ‘se graduó’.
Por lo menos eso se deduce de lo que informó en el Fondo Responde, un espacio interactivo con la ciudadanía, Aníbal Pérez García, subgerente de Gestión del Riesgo del Fondo Adaptación.
Pérez aseguró que los estudios del macroproyecto Mojana, del cual es líder, han finalizado y ello permite saber cuáles son las obras para el control de inundaciones.
El funcionario explicó que se trata de uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno nacional y que será integral porque contempla las obras para impulsar el desarrollo productivo y en el cuidado del medio ambiente.
“En el macroproyecto tenemos intervenciones relacionadas con adaptación basada en infraestructura, consistentes al cambio climático como construcción de viviendas, colegios y hospitales. Pero también estamos trabajando fuertemente en la restauración de humedales”.
El macroproyecto Mojana consta de dos fases, la primera de ellas en construcción y consiste en las obras de protección en los municipios de Magangué (Bolívar) y San Marcos (Sucre).
“Con estas dos obras, que tienen una inversión de más de $100 mil millones, se cierra la primera fase. Pero esta primera fase ideó la segunda que tiene que ver con unas obras que permitirán reconectar el río Cauca con todo ese sistema de ciénagas de manera controlada”.
La otra parte es la de las obras hidráulicas y es la más compleja. Consta de 33 compuertas y 32 de ellas son para el río Cauca y una para el San Jorge. Estas obras constan de tres fases.
“La primera es la construcción de 18 compuertas, de las treinta y tres, que son las que van a ayudar a evacuar alrededor de mil metros cúbicos por segundo. Esto vale alrededor de $365 mil millones. Posteriormente, tenemos la segunda fase, que es la construcción de quince compuertas más con el mismo valor”, dijo.
En cada casco urbano debe haber obras de protección que cuestan $1 billón. “Estas obras cuestan mucho dinero. Estamos hablando de $1,7 billones, pero hoy por hoy ya sabemos que hay qué hacer en la Mojana. Estamos gestionando esos recursos internamente con el presupuesto general de la Nación y también con entidades internacionales, para que ayuden a financiar dichas obras”.
