La suerte está echada. Los colombianos debemos definir este 19 de junio qué país queremos para nuestros hijos. Si una Colombia democrática, con elecciones libres, con desarrollo industrial, con libre empresa, con instituciones sólidas, con oportunidades para todos o un país acabado por los que siempre han gobernado, sumido en la pobreza, sin fuentes de empleo, sin inversión extranjera, con una inflación desbordada y una corrupción que campea en todos los sectores y, los secuestros, y crimines de lideres. Las elecciones de este 19 de junio son cruciales para definir el rumbo de Colombia. Están en juego la estabilidad institucional, la vocación democrática y el cambio futuro de una nación con equidad social.
La primera vuelta electoral, con un sin numerosos de sabores y tragos amargos para unos, porque su candidato no paso al esprint electoral, y para otros, grandes sabores y dulces porque su candidato va a la segunda vuelta, en este momento crucial, estamos en vísperas de inaugurar nuevo gobierno de Colombia. A los colombianos pensantes no les preocupa en demasía la imagen del candidato vencedor, sino les llama la atención sus propuestas sólidas, el nuevo estilo, el nuevo cambio en los programas que deparen equidad social, justicia, autoridad, honestidad y una gran moralidad administrativa. Además, la apropiación que tiene de todas las situaciones y necesidades del país, con una visión integral
Es esencial para los ciudadanos, que el nuevo mandatario, de los dos que se disputan su llegada al palacio de Nariño, practique con inteligencia un equitativo mandato constitucional con prioridad para ayudar de verdad a familias abandonadas, pobres, indigentes; a jóvenes sin educación y desadaptados, a viejos abandonados y, a los que deambulan solitarios en las calles tirados con sus trapos humanos sobre su miseria, a tantos desempleados que no tienen para sostenerse diariamente y que terminan haciendo cosas indebidas.
El nuevo gobierno, sea mas humano haciendo hermosas inversiones sociales en vivienda, salud, educación y aplique con rigidez, sistemas de control ante el vandalismo urbano, castigando duramente y a los que asedian a la sociedad con el sadismo del secuestro y del sicariato diario que aterroriza a la comunidad.
Un gobernante bien asesorado. Que sea progresista con funcionarios que no se parapeten en la burocracia para, satisfacer sus deshonestas ambiciones privadas, y que no expriman al pueblo con tantos impuestos y reformas tributarias, sino que ofrezcan un servicio democrático a las gentes que necesitan la solución de sus problemas, y que asuma su misión con dignidad, con jerarquía de estadista y que practique con gran conciencia democrática, un socialismo moderno, humanitario, cristiano que corresponda a las expectativas de una sociedad desgastada, politizada por obsoletos sistemas partidistas derechistas y manipulados por dañinos poderes mafiosos y oligárquicos.
Colombia es nación bella, rica en valores, en recursos naturales, pródiga en su cultura ancestral no puede seguir siendo sometida a la corrupción de los de cuello blanco, al vandalismo urbano de pandillas y grupos al margen de la ley, sino por hombres con grandeza, no importa la corriente pero que aporten lucha para la restauración social, moral y política del país. El cual no se los podemos entregar a persona no apta, sin experiencia y conocimiento, y arropado por los derrotados que están buscando en él, el salvavida o llanta de repuesto, porque si triunfan estos indecentes, indignos, que quedaron sin partidos, saldrán diciendo que ganaron, y así nuestro país seguirá bajo la sombra de la corrupción. Usted, amigo, amiga, lector es quien decide el 19 de junio, si quieres que sigan las masacres sociales, económicas y humanas o, lo contrario.
QUE CULPA TIENE LA ESTACA SI EL SAPO BRINCA Y SE ENSARTA, LA CULPA NO ES DE LA ESTACA.
Discussion about this post