Las instituciones educativas cumplen una misión humana, fundamental en la sociedad, son el eje del conocimiento, la construcción permanente de la cultura y la formación de seres, acordes con los valores a los que aspira la sociedad en un momento histórico concreto.
En la cuidad de Magangué existen excelentes instituciones tanto oficiales como privadas, que, desde los primeros años de la infancia hasta los niveles más altos de la formación secundaria y media, sirven a la sociedad. Es el sistema educativo alineado con los ideales colectivos, el que forma individuos íntegros, que aprendiendo el valor de los demás y siendo solidarios, forjen una sociedad incluyente, tolerante y progresista.
Las instituciones oficiales tienen una misión relevante, pues en nombre del Estado ofrecen a las comunidades el servicio educativo. Habría mucho para reconocer de cada una, pues desde una identidad particular, cada cual posee méritos, lleva a cabo proyectos transversales interesantes e impacta en los contextos donde se ubica.
Las instituciones Fátima Olaya, San Mateo, Juan Arias, San José, el Vélez y el Mao, entre otras, como referente de muchos aspectos importantes y quienes han educado con ética moral y excelente desempeño académico.
Además, todas las instituciones del municipio cuentan con un equipo de docentes cualificado en lo pedagógico y didáctico, un estamento directivo con capacidad gerencial, liderado por los rectores, y un grupo de administrativos enfocado a la calidad, se han distinguido a lo largo de su existencia por diversos logros.
Ahora está les toca, implementar, propuesta pedagógicas y académicas debido a los cambios sociales actuales y tecnológicos, acorde a las necesidades e interese de los alumnos, de lo contrario no se estaría generando pensamiento crítico reflexivo en los educandos, porque se están quedando solo, pero solo, en lo académico. Hay que buscar una alternativa de formación innovadora que despierte oportunidades para el desarrollo humano.
Que sea una visión maravillosa: De grupos de estudios e investigación, una comunidad escolar que baile, cante, escriba, interprete y por medio de las manifestaciones de la cultura, formen personas sensibles, socialmente comprometidas, armónicas, hábiles para convivir.
Una apuesta destacada en una ciudad que requiere con urgencia fortalecer los valores humanos que nos permitan: abrazar la vida; terminar toda forma de daño contra otro; respetar, tolerar, comprender y en general, ser la mejor versión de nosotros.
Que se animen a las jornadas científicas – culturales- deportivas, que suenen las tamboras, que los cuerpos se muevan para la danza, que los oídos se agudicen para la melodía, que los poros emanen sudor por el baile y que los rostros se iluminen con la luz de la esperanza, para una mejor sociedad. Tarea que hay que emprender desde las instituciones educativas, padres de familia y comunidad en general.