Desde hace 15 días la clínica Santa Teresa, ubicada en el barrio San José de Magangué, cerró sus puertas, al parecer porque sus directivos procederán a reestructurar las instalaciones.
Sin embargo, más de 20 profesionales que prestaron sus servicios en las áreas administrativa, asistencial y servicios generales, aseguran que la clínica enfrenta graves problemas financieros.
A estas personas les adeudan salarios atrasados desde 2015, además de primas, vacaciones y prestaciones sociales.
Este medio conoció que el personal afectado se reunirá con los directivos del centro asistencial para encontrar una pronta solución y no agravar más la crisis.
La clínica Santa Teresa no está prestando los servicios de urgencias, consulta externa, hospitalización y cirugía. Solo funciona la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
A la red alterna
En la puerta principal de la clínica está fijado un cartel en mal estado en donde se puede leer la información antes mencionada.
«…Se le informa a los usuarios que deben ponerse de acuerdo o en contacto con sus EPS para que se les direccione a la red alterna de prestación de servicios…», dice un aparte del comunicado plasmado en el cartel.
Este medio se intentó comunicar con las directivas de la clínica para conocer un pronunciamiento oficial, pero fue imposible contactarlas.