Un tierrero se levantó la semana anterior, cuando el Presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) Louis Kleyn, a través de una columna de opinión publicada en el periódico Portafolio, sugirió que las motocicletas deberían pagar peaje, así como lo hacen los carros, con lo cual, según su opinión, se generarían parte de los recursos necesarios para la construcción y mantenimiento de las vías en el país.
Esa temeraria afirmación generó revuelo nacional y causó pánico en los más de 7.7 millones de propietarios de motocicletas que existen en nuestro país, una importante cifra que representa el 57% del parque automotor que hay en Colombia y que actualmente supera los 5.8 millones de carros que representan el 43% del mercado, según lo afirma José David Herrera, Director de Operaciones del Registro Único Nacional de Tránsito RUNT.
Este inesperado y sorpresivo anuncio también causó nerviosismo en las ensambladoras de motocicletas del país, en especial el Grupo Auteco, AKT, Incolmotos Yamaha, Fanalca-Honda, Suzuki y Hero Motors, las cuales, han consolidado cerca de 95% de la producción nacional, así como también de las marcas importadas, ya que el notable crecimiento económico que ha tenido el sector en los últimos diez años por el orden del 233%, se vería seriamente afectado.
La reacción no podía ser inferior, ya que como puede apreciarse las motocicletas son muy representativas en nuestros hogares y para muchas familias representa un medio de transporte ágil y económico, que contribuye a la reducción de gastos en el hogar. Así mismo para muchas personas, la moto es fuente de ingresos, ya que le permite obtener un empleo informal, un empleo formal o utilizarla en servicios de mensajería mediante aplicativos, como los modernamente denominados Rappitenderos, un modelo de negocio virtual exitoso y legal, montado sobre las motocicletas.
En ciudades como Neiva, la moto es hoy considerada como un elemento de inclusión social, que permite integrar a la familia a través de la movilidad, ya que en ellas se transportan los niños al colegio, se desplaza papá o mamá al trabajo, en ellas se hace mercado, recreación y hasta acrobacias, como lo han demostrado los jóvenes que en nuestra ciudad practican Stunt Riding.
Cobrarles peaje a las motos es una idea desafortunada, que en estos momentos, puede ahondar la difícil situación financiera que atraviesan muchos hogares colombianos, en especial los de ciudades cálidas como Neiva, donde las motos florecen como los Buganviles. ¡Ese sería un golpe bajo a las finanzas de los más débiles y oprimidos!
En buena hora el flamante presidente de la ANI, reversó su propuesta y aclaró que, sobre la posibilidad de una eventual aplicación de tarifa reducida de peaje a las motocicletas, de ninguna manera se trata de una decisión o postura oficial del Ministerio de Transporte o de la Agencia Nacional de Infraestructura, por lo que nos corresponde estar atentos al desenlace del tema en los próximos días. ¡Por ahora diremos NO al cobro de peajes para las motos!