Con la decisión asumida por las autoridades municipales y eclesiásticas del municipio de Magangué por la suspensión de los eventos religiosos y populares de las tradicionales fiestas de La Candelaria que datan de más de tres siglos, la feligresía católica se priva por segundo año de estas celebraciones.
Es que por culpa de la variante del Omicrón del Covid 19, que arrecia día a día, este año 2022, no habrá las tradicionales procesiones de San José y la propia Candelaria los días primero y dos de febrero. Solo se celebrarán las misas de manera controlada con los protocolos de bioseguridad, consistentes en que los creyentes católicos podrán tener acceso a los actos litúrgicos mostrando el carnet de vacunación y aplicando el lavado de manos, gel, distanciamiento social y tapabocas.
El aforo de antaño se reducirá a un cincuenta por ciento, según determinación de las autoridades sanitarias, todo con el propósito de contrarrestar el virus del Omicrón que azota estos tiempos.
La población espera que esta variante alcance su máximo pico en el mes de febrero o mediados de marzo, para que las celebraciones de Semana Santa se cumplan con todas las de la ley, porque de esta manera se reactivaría la economía y las actividades normales del diario vivir, en lo social, comercial, religioso y cultural.