… Y empezó el show. Cómo lo había anticipado Queiroz, este partido era el primer tiempo de la clasificación que, con humildad, responsabilidad y mucho oficio se logró ganar. Colombia fue más que Argentina pese a que en el segundo tiempo estuvieron muy cerca del arco de Ospina.
Hay cosas por corregir, como los rebotes pero muchas para valorar, como la solidaridad táctica y el carácter con el que jugaron un partido que motiva y da ventaja para conseguir el primer objetivo que es avanzar a la siguiente fase. Los goles de Roger Martínez y Duván Zapata cerraron una noche para el recuerdo en Salvador.
Presión alta para no dejar jugar al rival
En el primer tiempo, Colombia fue más agresivo e intenso sin la pelota para asfixiar a los argentinos e impedir que salieran jugando. Falcao cumpliendo como primer defensor, incomodando siempre el primer pase.
Armani y Otamendi pusieron en evidencia la presión de Colombia a los 28’ cuando se equivocaron en la salida tras la presión de James y por poco le queda a ’10’ para rematar. Aunque en el segundo tiempo la intensidad bajó un poco, Argentina no logró generar circuitos de juego más allá de las individualidades de Messi, quien siempre estuvo bien escalonado.
Orden táctico y sacrificio para defender
Un 4-5-1 mostró la Selección sin la pelota, bloque corto y junto en la mitad de la cancha para bloquear pases a Messi. Con Mateus y Barrios bastante respaldados por los laterales y extremos, pues Cuadrado y Roger cuando tuvieron que cumplir en marca bajaron para hacerlo.
En el segundo tiempo, Argentina puso a jugar muy atrás a Colombia y esto obligó a meter un jugador como Lerma para recuperar más arriba la pelota. Cambio que funcionó porque adelantó otra vez las líneas y bloqueó a los de Scaloni cuando mostraban su mejor cara en ataque.
La izquierda, el sector para atacar
La disciplina de Tesillo y el buen ingreso de Martínez le dieron a Colombia por la izquierda el mejor lugar para explotar una defensa argentina desordenada. En el primer tiempo las mejores jugadas ofensivas llegaron por el lado de Medina y Cuadrado, sin embargo, se falló en la definición.
Argentina pudo confiarse de Tesillo por ese sector, aunque poco sale al ataque, el jugador de León ratifica en la cancha con su inteligencia para saber cuándo desprenderse al ataque, la confianza de Queiroz. Los de Scaloni dejaban mucho espacio a la espalda de ese sector y por allí nacieron los dos goles. El primero con la individualidad de Roger, tras un cambio de frente fantástico de James y el segundo con el acompañamiento de Lerma para sacar el centro a Duván, quién fue el que inició la jugada desde la mitad del campo.
Pelota quieta y rebotes
Una de las cosas a mejorar son los balones de costado en ataque y defensa. Las pocas que tuvo Argentina generaron riesgo tras perder los rebotes, como la que le quedó a Paredes y atajó bien Ospina (57’).
En fase ofensiva fallaron en los centros, siempre a media altura y al primer palo, sin poder aprovechar la talla de los centrales de Colombia.
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