“Papi todo el mundo se anda tomando fotos en Galerazamba y yo quiero ir papi”, le dijo Gabriela Lizarazo a su esposo Daniel Frutos quienes viven en una casa en Altos de Riomar, un barrio ubicado al norte de Barranquilla.
“Amor lo que pasa es que tengo que entregar una maqueta de un edifico que estamos haciendo por allá por la Circunvalar y mañana es la entrega del proyecto y me faltan unos detalles, el otro fin de semana vamos”, le dijo el Daniel a su mujer.
“Papi pero es que el otro fin de semana seguro ya el agua no está rosada, porque ese fenómeno ocurre solo por unos cuantos días, nombe papi viste”, le dijo ‘La mona Gaby’ a su marido.
“Yo quiero ir a Galerzamba a tomarme mi foto papi”, le armó el berrinche la mujer a su pareja.
Salinas de Galerazamba y su ‘mar rosado’.
El hombre como buen ingeniero Civíl, le fluyó la creatividad y armó en 1 minuto una idea que no le pareció tan descabellada a su mujer.
“Amor, vamos a comprar varios frutiños de fresa en la tienda y se lo echamos a la piscina y tomamos las fotos como si estuvieras allá”, propuso Daniel.
“Ay amor tú si eres recursivo y si quedarán bien”, exclamó entre risas la mujer. “Vamos a probar, mi cielo”, dijo el ingeniero.
Efectivamente el hombre compró 20 frutiños y los vertió en la piscina de su residencia “Viste amor, mira ‘el mar rosado’, ¡que Galerazamba ni que Galerzamba!”, exclamó.
“Ay amor por eso es que te quiero tanto, mmm ahora sí voy a tomarme mis fotos”.
La mujer quedó contenta con su ‘mar rosado’ y el esposo pudo teminar sus trabajos junto al arquitecto de la obra.
El hombre le prometió que el otro año la llevará a Galerzamba, Bolívar para ver la majestuosidad de su mar rosado.