Definitivamente cada día nos damos cuenta que los partidos o movimientos políticos en nuestro país, en su afán de cazar votos teniendo en cuenta que en el me de octubre se realizaran elecciones para elegir autoridades territoriales, hacen cualquier tipo de propuestas que los hagan ver ante el elector primario como los adalides defensores del pueblo, así dicha propuesta no guarde las proporciones necesarias en el contexto actual del país.
Así las cosas se tiene que decir que la propuesta del Centro Democrático –partido de gobierno- de entregar una prima extra a los trabajadores colombianos, no es más que eso; una propuesta populista electorera que además busca mejorar la imagen de esa colectividad ida a menos desde el inicio del actual gobierno.
Es tan desproporcionada y no guarda lógica alguna frente a la actual situación económica que vive el país, que el mismo gobierno del presidente Iván Duque Escobar, señalo que no la respalda.
De acuerdo con los economistas especialistas en la materia, los empresarios, pues el pago de esa prima no sale de los recursos del gobierno, tendrán que sacar más de 1,8 billones de pesos para pagar esta prima extra.
En ese sentido, el Consejo Gremial Nacional advirtió del impacto en materia presupuestal y de formalización que tendría el proyecto. Y por eso hizo un al Congreso de la República para que considere de manera responsable los argumentos expuestos por el Gobierno y no se apruebe dicha iniciativa.
Pero no solo fueron los gremios los que se mostraron contrarios a la propuesta, también se pronuncio el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), Bruce Mac Master, quien también hizo un llamado al legislativo para no darle trámite a la iniciativa y pidió a los congresistas tener en cuenta el concepto del Minhacienda, pues la prima tendría «múltiples efectos negativos para la población como son: Inflación, desempleo e Informalidad».
Todas esas voces de rechazo a la propuesta vendidas desde diferentes sectores de la económica nacional, demuestran que la misma no es más que un acto de populismo de un movimiento político ad portas de un debate electoral.
Si bien es cierto Colombia no es un país político sino politiquero, también lo es el hecho que debe haber una gran coherencia por parte de sus líderes al formular iniciativas que terminan siendo más demagógicas que reales y que solo buscan su beneficio personal.