Faltan catorce meses para que se lleven a cabo las elecciones para escoger nuevos alcaldes en el país y se denota en los corrillos políticos, parques y centros comerciales, el comentario del afán que existe por muchos para aspirar al primer cargo municipal.
Realmente hay que tener en cuenta que falta mucha tela por cortar, pese a que ya se conocen los nombres de muchas personas que quieren obtener el apoyo popular para alcanzar este cargo de elección popular.
Es tal la avalancha de candidatos, que muchos ya se preguntan ¿por qué quieren ser alcaldes?, ¿para qué?, que buscan?, ¿Qué propuestas tienen?, y ¿Qué proyectos tienen para el municipio?, entre otros interrogantes y expectativas.
Está consagrado en nuestra constitución política el derecho que tenemos todos los colombianos de elegir y ser elegidos y eso hace parte de la política en nuestro Estado de Derecho.
El numeroso ramillete de nombres que en público y en privado ha manifestado su intención de ser pre candidatos a regir los destinos municipales 2020 al 24, no ha despertado ni controversias ni favorecimientos en los corrillos políticos y el elector primario.
Es común encontrase con ellos en los pasillos y cafeterías de centros comerciales saludando a todo el mundo –algo normal en época electoral- sin darse cuenta que por el tiempo faltante para esa elección pueden estar jugando a desgastarse prematuramente en su aspiración; es decir se pueden estar quemando con anticipación.
La tarea hay que hacerla, pero hacerla bien, quien aspire al primer cargo municipal debe mantener su forma natural de actuar y que no lo cambie su deseo de lograr el apoyo popular.
Ya se conocen nombres de concejales, ex concejales, comerciantes, dirigentes políticos, en este manojo de aspirantes, pero lo que realmente hay que preguntarse es ¿Cuál es el alcalde que Magangué necesita?
En este cumulo de candidatos, “dicen” que hay unos muy buena gente, amigos, leales y otros que no tienen el perrenque necesario, la osadía para enfrentar un debate electoral o simplemente los recursos para adelantar una campaña política, otros para negociar su “supuesto” caudal electoral.
Aquí lo curioso es que nadie dice que X o Y aspirante bueno porque gestiona recursos o proyectos o porque tiene muy buenas conexiones a nivel departamental o nacional, factor importante para adelantar una buena administración.
Muchos creen que alguno llegará porque tiene la plata y el apoyo de un destacado líder.
La verdad es que para ser alcalde no solo se necesita una buena propuesta que abarque las principales necesidades del municipio, sino un buen trabajo político, un buen respaldo, carisma con el elector primario y los recursos necesarios. Sino los tienes más bien vaya pensando en bajarse de ese bus porque otro que si los tenga, así sea el más feo será alcalde.