
En enero del 2014 la liberación de Guillermo Enrique Torres Cuéter, conocido con el alias de Julián Conrado en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) o “Guillo”, como lo llaman en su casa, dividió opiniones en Turbaco. Algunos aseguraban que por ser miembro de las Farc debía pagar por los daños hechos al país, y otros aseguraban que esta población haría historia porque uno de sus paisanos sería parte de un hecho trascendental: la firma del acuerdo de paz.
“Ojalá su presencia en esa mesa (de negociación con el gobierno) nos haga despertar y nos haga hacer una revolución verdadera para que Turbaco tenga progreso y un verdadero cambio”, dijo en ese momento un habitante del municipio. Cinco años después Torres Cuéter es elegido como alcalde de Turbaco con 21.466 votos.
Su clave, dijo el excombatiente, será gobernar cuatro años de cara al pueblo. La diferencia de estas palabras tan repetidas por mandatarios a los largo y ancho de la geografía colombiana, es que Torres sí parece sentirlas, y no se cansa de repetirlas: “Soy la herramienta para que el pueblo mande”, aseguró.
“Gobernaremos con un presupuesto participativo, que no es algo que me inventé sino que ya se hace en otros países, y es que las comunidades participan en tres momentos claves: la gestión de recursos, en decidir en qué se invierte y en fiscalizar en lo que se invierta. Hay cosas que seguramente no lograremos hacer pero la ciudadanía sabrá porqué no se pudo, que no va a ser porque nos robemos algo”, indicó el mandatario electo, quien también fue conocido como “el cantante de las Farc”.
Sobre los miedos que genera el nuevo cargo, pero sobre todo tener el peso de cumplirle a una población con tantas necesidades como Turbaco, Torres reconoció que sí hay temor, pero que hay más amor y ganas de gobernar bien, “me han dicho que yo no sé administrar, pero sé lo fundamental de la administración que es la honestidad. En debates decían que si aquí no ganaba el candidato de derecha el Gobierno Nacional no mandaría más recursos, pero en Colombia hay una sola Constitución y esa es para el de izquierda o derecha, o para alguien del pueblo como yo”.
Y es que según el alcalde electo de Turbaco, priorizar qué hacer o entender las necesidades del pueblo no le resulta complejo porque “como dice el dicho: el que está dentro de la casa es el que sabe dónde cae la gotera, y yo sé dónde cae. Estoy dispuesto a que con nuestra gente lo resolvamos”.