El anuncio hecho por el gobierno Duque en el sentido que por primera vez, las deudas más problemáticas de la salud se empiecen a reconocer como deuda pública y a partir de ello se plantee un acuerdo de punto final para sanearlas es, sin duda, un gran paso en la dirección correcta, si se cumple a cabalidad como está planteado.
No cabe duda que lo planteado es un verdadero reto que propone tanto el presidente como los ministros de Salud y Hacienda y es un reto que compromete a que todos los actores del problema se coloquen de acuerdo en lo que tiene que ver con las deudas que se tienen con los prestadores del servicio.
Si es verdad que es un pacto, pero debería ser más que un pacto una obligación del Estado con los colombianos pues está establecido en nuestra carta política, que la salud es un derecho que tenemos los colombianos y el Estado está en la obligación de proteger ese derecho.
La verdad es que este pacto de punto final arranca con una postura o base de setecientos mil millones de pesos para pagar deudas históricas en una primera fase es una muestra de voluntad política que, en cabeza del Gobierno, no puede dejarse pasar por alto.
Si esto se llegara a cumplir –que es lo que estamos esperando que sea así- que después no se vuelva a repetir y que después de cuatro o cinco años estemos otra vez hablando de lo mismo; crisis en la salud en Colombia.
Pero no todo lo hizo el gobierno, hay que reconocer que quien lo ayudo a dar este paso fueron varios mandatarios regionales y locales que pusieron en marcha este proceso para poder dar solución a este problema que afecta a todo el país.
Y, aunque se trata de un acuerdo de punto final, en realidad es el inicio para que se unifique por fin el asunto de los dineros entre acreedores y deudores, tarea que si bien es básica, hasta ahora ha estado marcada por el desorden y la conveniencia.
Ojala, y eso es lo que estamos esperando todos los colombianos, que estos recursos se manejen con mucha transparencia y no pase lo que ha venido pasando, que es que no se sabe a dónde van a parar los recursos de la salud.
La deuda a la fecha se estima que supera los siete billones de pesos de acuerdo con el gobierno, pero desde otras esquinas se dice que la misma podría estar superando los catorce billones.
Hasta el momento solo se puede decir que es un anuncio. Un anuncio que todos esperamos que se haga realidad para que así los colombianos puedan gozar de un servicio en salud digno, como lo manda nuestra constitución.