
Como si se tratara de otro artículo más de la canasta familiar, una de las propuestas que viene tomando fuerza en la agenda de los aspirantes a corporaciones de Congreso y Presidencia, es la seguridad ciudadana, teniendo en cuenta los altos índices de violencia y zozobra que azota a amplios sectores de la sociedad.
En los discursos políticos se escucha con resonancia, el tema de la seguridad como una estrategia de vida para los ciudadanos que, como en el caso de Magangué crece como la espuma díaa día sin ningún control por parte de las autoridades.
Se habla de la participación ciudadana en los procesos de defensa social, tomando como insumo la alerta temprana sobre casos que alteren la tranquilidad pública.