La comunidad alzó su voz de protesta por la incomodidad para desplazarse hacia otros corregimientos. Uniformados de la Policía también se vieron afectados.
En toda una odisea se convirtió el fin de semana el traslado de los uniformados de la Policía Nacional desde la cabecera del municipio de Sucre-Sucre hacia los corregimientos, pues un improvisado puente de madera se cayó desde la tarde del jueves y el alcalde Ever Martínez no hizo nada para superar la emergencia.
El puente caído es el llamado Quita Sueño que está a escasos 10 minutos de la cabecera y que es paso obligado para llegar hasta las poblaciones de Chaparral, Buenos Aires, Tomala y Machetón, así como para el municipio de Majagual y hasta el de Achí (Bolívar).
A los hombres de la Policía Nacional destinados a garantizar la seguridad durante las elecciones y a la comunidad que tenía como destino esos sitios les ha tocado hacer filas y embarcarse en una pequeña canoa que también transporta motocicletas.
Para que puedan ir más personas en la canoa estos van de pie y cada uno de ellos debe pagar por ese paso, de unos 5 minutos aproximadamente, la suma de $1.000 pesos y como si fuera poco solo hay una canoa dispuesta para tal fin.
La comunidad alzó su voz de protesta por estas incomodidades para desplazarse, las cuales, a su juicio no tienen justificación alguna, dado que desde hace tres años en esa zona está el puente metálico que si permitiría el paso hasta de vehículos, y no lo han montado.