El párroco de la iglesia de Pijiño del Carmen, Magdalena, John Jairo Martínez, dijo que la intención con la procesión que se realizó el domingo por la tarde en el pueblo, que lo tiene a él y al alcalde municipal en el ‘ojo del huracán’, fue «buscando el consuelo de María en estos momentos difíciles de pandemia».
En desarrollo de la misa cotidiana, transmitida por la emisora local, el clérigo aclaró que se trató de un acto espiritual en el que las familias sacaban sus altares y colocaban sus velitas para que les diera la bendición.
«Precisamente eso buscábamos, el consuelo de María, su acompañamiento para la protección de todo el pueblo», recalcó.
El sacerdote reconoce que para algunos esto es motivo de escándalo y dejó entrever que a muchos los mueven intereses particulares.
«Quiero pedirles que oren por mí, por el alcalde y por todos los que estamos implicados en esto», indicó.
Igualmente instó a los fieles a rezar para que libre al territorio de la llegada de la COVID-19.
El padre Martínez aclaró que en la procesión «todos éramos de Pijiño» y enfatizó en que «lo que buscábamos era rendirle un homenaje a María y que preserve al municipio de la peste y el hambre».
Por otra parte la Policía del Magdalena se pronunció sobre esta actividad de carácter religioso organizada previamente por las autoridades político-administrativas locales y en la que participaron algunos integrantes de la Institución.
Señala que «en el marco de la política integral de transparencia policial, aperturó una investigación disciplinaria para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar de los hechos y adelantar las acciones correspondientes a las que haya lugar».
La procesión de la Virgen del Retablo se cumplió el pasado 3 de mayo por las calles de Pijiño del Carmen, en la que la imagen venerada era transportada por un vehículo al que le seguía un carro que movilizaba una banda papayera. También otros automotores desfilaban con particulares lo mismo que una patrulla policial.