En el senado de la República de Colombia, muchos de sus miembros están empeñados de una nueva reforma urgente de la justicia, para endurecer las penas en ciertos delitos que se han cometido ante la sociedad por ser lo más abominables y rechazados. Entre ellos la corrupción, la inseguridad ciudadana, los asesinos y violaciones de niños y niñas.
El presidente DUQUE en su campaña presidencial prometió endurecer la ley de asesinos y violadores de niños a cadena perpetua, y ahora que es presidente lo reafirma y pide que se endurezca esta ley. Para reformar la justicia hay que tener presente objetividad en los puntos que la constitución tiene establecidos en este flagelo, para no pecar contra ella y contra el individuo en el momento de aplicarla “pruebas inciertas y dudas”.
Otros delitos que estas menoscabando al país y a sus ciudadanos son el narcotráfico y el microtráfico, este último está corrompiendo a los jóvenes que son el futuro de nuestro país porque ellos le tocaran la tarea de ejecutar leyes y gobernar con dignidad su país.
De verdad la ciudadanía piensa que con esta ley estarían más protegidos sus hijos, eso sería lo bueno, pero el caso no es ese, es que un puñado de senadores cree que la justica es de ellos, porque cuando la quieren reformar en las veces deseadas lo hacen, monopolizando con el tráfico de influencia y soborno.
Por otra parte al aplicar la ley con contundencia y dureza de acuerdo al delito sin evasivas con un ejercicio ejemplar para que la ciudadanía tenga más credibilidad sobre la justicia colombiana y que sea competitiva y de agrado a la ciudadanía porque hasta ahora ya no creen que si esto sigue así con el tiempo harán su propia justicia, porque han perdido su credibilidad en ella, es el decir del pueblo colombiano.