
Gracias a ellos, sus largos recorridos se hacen más rápidos. Camilo Palacio sueña con entrar a una escuela para patinar profesionalmente.
Camilo Palacio es el reciclador chocoano al que la vida le cambió cuando se encontró unos patines entre la basura. Ponérselos y aprender a usarlos le ha ayudado a lidiar con sus problemas y a hacer de su trabajo por las calles de Bogotá una labor más feliz.
Desde que empezó a usar sus patines, afirma, prometió “a Dios ayudar a la naturaleza y tratar de no consumir, entonces esto me distrae más”.
Solo se ha caído una vez y con su nuevo calzado se ha cargado al hombro hasta 74 kilos de reciclaje.
Fuente: Noticias Caracol