
Para los entendidos en el campo de la política y de cualquier Colombiano, con un mínimo de buen razonamiento respecto al futuro del gobierno, de Claudia López como alcaldesa de la capital de la república y en base al error absurdo incurrido recientemente y al 21 día del inicio de su gestión, con los afamados protocolos o pasos o instancias previos que deben cumplirse para habilitar la intervención del Esmad con el fin de contener los disturbios dados el 21 de enero del presente año y los que vendrán en cercano tiempo, porque el plan preconcebido es que se presenten desordenes de seguido en Bogotá para generar intranquilidad y preocupación en el conglomerado social, calculando muy alegremente resultados adversos al actual gobierno, por lo de lo consecuentes ultrajes a derechos de capitalinos de bien y ajenos a las causas que han dado origen a estas protestas, y que todos sabemos por encapuchados que se ha hecho costumbre que aprovechan la ocasión para destruir todo lo que se le atraviese, sin misericordia alguna, sin importar las nefastas consecuencias económicas que se le puedan sobrevenir a las victimas y a las cargas económicas por reparación de los daños al presupuesto de la capital de la república.
Presentará muchas dificultades como es de esperarse, la vieja paremia, CON LA VARA QUE MIDES, SERAS MEDIDO, donde más se pone en práctica es en el campo de la política y respecto a los gobernantes, no creo que ningún colombiano ha olvidado que Claudia López derrochó censuras y con voz vigorosa hasta los más insignificante errores de todos los presidentes y alcaldes de Bogotá, sacando a la luz pública, un sinfín de equivocaciones que muchas pudieron originarse por causas no atribuibles a los mandatarios, sin embargo sin importar sus origines, Claudia López se los atribuía o por lo menos, así los daba a entender.
En estas situaciones particulares de dirigentes políticos con las características de la actual alcaldesa de Bogotá traes 2 consecuencias ineludibles, una más de carácter psicológico colectivo, a diario y a toda hora escuchando de una líder política, teniendo razón o sin tenerla, que erró el presidente o el alcalde de Bogotá o de cualquier otro mandatario local en un acto de gobierno, dando las razones del por qué, qué se debió hacer para evitarlo y qué debe hacerse a futuro para no repetirlo, por razones más que humanas y entendibles crea en la conciencia social que esa líder política al tener poder político, solucionará todos los problemas de Bogotá, panacea o remedios para todo, elegida de alcaldesa de Bogotá todos los habitantes de la ciudad más importante de Colombia, están atentos a las acciones de gobierno de Claudia López con la esperanza que remedie todos las dificultades, y por mucha buenas intenciones que tenga y por mucho que haga, no va a resolver todos los problemas y será lo mismo, como no hacer nada porque la expectativa general es o era, que resolviera todo.
Y otra consecuencia de carácter político, sus oponentes políticos listos para pagarle con la misma moneda a la más mínima falla, lluvia de censuras, ya el concejo de Bogotá la citó a un debate de control político para ventilar lo concerniente a los protocolos ante desordenes que pueden general las protestas y pasará a cada momento en el concejo, en descargos a cualquier situación que pueda ocasionar malestar a la opinión publica lo que se convertirá en algo torturante y que le va a restar mucho tiempo de su gobierno en que lo pueda aprovechar para realizar algo positivo en favor de los habitantes de Bogotá.
Y son unos protocolos ilusos, PAJARO VIEJO NO ENTRA EN JAULA, veteranos delincuentes nunca atenderán los llamados con medidas pacificas para que cesen con sus actividades violentas y delictivas cuando ellos participan en estas protestas es con el fin exclusivo de fomentar el desorden para terminar destruyendo y robado, todo lo que se puedan robar y ojo con los patrocinadores de estas manifestaciones aún que tengan como fin reclamos de derechos para mejorar la calidad de vida de los trabajadores de Colombia pero, como en todas terminan, como han terminado, cuando los noticiero de televisión anuncian que va haber paro, nos imaginamos en el acto, en lo que va a terminar, el art 22 CP, reza, también será dolosa (delictiva) la conducta cuando la realización de la infracción penal (delito), ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al azar.