
La enfermedad del covid-19, que, la ocasiona el coronavirus que, hoy, en día es de lo único que se ocupa la prensa mundial y que, ha obligado el confinamiento al 80% de los habitantes de la tierra, en que, estamos todos ahítos porque no se habla de otra cosa, sino del coronavirus, que ha, traído lógicamente situaciones muy desfavorables a toda la humanidad, muertes de niños, ancianos, adolescentes, con o sin, prexistencia de morbilidad, van a la fecha, más de 130 mil personas muertas en toda la tierra a causa de ésta temible enfermedad. Su repentina aparición en china y por la confianza de restantes de naciones que, no iría a traspasar la fronteras de china, tomó a muchos con los pantalones abajo, entre ellos Colombia, cuándo se confirma el primer afectado en nuestro país, más o menos mes y medio, fue cuándo se inició a evaluar cuál era el estado del sistema de salud colombiano, y si estaba en capacidad o no, para albergar a los miles de colombianos enfermos que vendrían por asistencia médica y si existía en todos los centros asistenciales los equipos y elementos que son necesarios para salvar vidas a los atrapados por él coronavirus; las cajas no estaban boyantes, lo contrario, en paupérrimo estado, en que tuvo el presidente de prestar con intereses, doscientos billones de pesos a bancas multinacionales, aumentando notablemente la deuda externa, y lo poco de recursos disponibles que, había en caja se diluyó en un cerrar de ojos determinando la búsqueda de mas recursos por otra fuentes, hasta el hecho vergonzoso de descontar un porcentaje a empleados del estado, qué devenguen más de diez millones y lo mas indignante hacer descuentos a los pensionados, desde luego no sobra recordar que este déficit financiero de Colombia no es por culpa del actual presidente de los colombianos, las causas son de vieja data, quién de paso hay que reconocer su buen liderazgo que ha tenido frente a ésta aciaga situación que perjudica e irá a perjudicar la salud de miles de colombianos, tomando las medidas que son las adecuadas o las que se avienen a los protocolos con aprobación de organismos internacionales en salud para la prevención de contagio de enfermedades y disminuir o anular su propagación, otra, cosa distinta que gran porcentaje de colombianos no la están cumpliendo saliendo a las calles, participando en entierros de muertos por covid-19 dando lugar de manera irresponsable a la multiplicación de infecciones, aún que se han alzado voces criticando lo hecho por el presidente, y, ahora el expresidente Manuel santos, sorpresivamente hace sentir su voz, diciendo que faltan medidas más audaces, no entiendo lo que quiso decir el presidente anterior, al actual, audaz de conformidad a su significado lingüístico, es toda acción arriesgada que se toma, en otras palabras, al caso tratado, serian procedimientos que dadas las circunstancias complejas que se presentan, hay que aplicarlas con el riesgo que den o no resultados positivos o que puedan dar efectos desfavorables; y les faltaría al Doctor Manuel Santos mucho amor patrio, no darla a conocer si son tan favorables por cualquier medio, y, no como parece que es su intención de aprovechar la presente coyuntura para ser invitado a palacio por el presidente y hacer protagonismo.
El coronavirus ha conllevado ha generar situaciones favorables a la humanidad y de gran peso, la capa de ozono se ha visto recuperada, las aguas de ríos y mares menos contaminada, especies de animales danzan felices en su hábitat natural, los cielos de las principales ciudades del mundo, mas despejados de polución y por ende, cómo es el caso de Bogotá que permite avistar desde la capital de la republica el nevado del Ruiz y del Tolima, de los que tenían años que no podían ser vistos por lo oscuro que permanecía el cielo de Bogotá a cuenta de los gases de dióxido de carbono expedidos por fábricas que operan en la ciudad, y de los miles de vehículos que a diario circular por la misma, en el mismo estado está Medellín, y otras ciudades del mundo.
Es el momento histórico para que la humanidad entera, haga un aggiornamento, para utilizar una voz italiana, de mucho uso más en los medios eclesiásticos, la necesidad de una renovación individual y colectiva que nos haga cambiar la manera en que interactuamos con nuestros semejantes, siendo más solidarios y menos egoístas, que se haga un acuerdo entre todas las naciones que cada diez años, se haga lo que se está haciendo ahora, inmovilizando aviones, todo tipo de vehículos, fabricas y todo aparato propulsor de dióxido de carbono para permitir la recuperación del ecosistema; y que el sistema de salud tiene que tener en todo momento el equipamiento humano y de elementos para conjurar retos cómo al que hoy vivimos, vendrán mas coronavirus y con mayor poder destructivo, las armas biológicas al saber otras potencias, que en franca lid no podrán de otra forma, enfrentar y vencer a la superpotencia militar, como lo es los estados unidos, será el medio más alevoso de utilizar para diezmar las fuerzas bélicas de los norteamericanos y sus aliados de siempre.