
Así vienen identificando con esta sigla a la protesta dada el día 21 de noviembre de 2019, del que todos los colombianos conocemos y como siempre sucede al final, con desordenes y actos vandálicos, nada extraño que surja así como el M-19 otra agrupación política de ideología de izquierda con el nombre de P21N como referente para recordar los hechos destructivos recientes y que se produjeron en la renombrada protesta sobre todo en la capital de la República, Cali, Popayán, Tunja y otras ciudades capitales de Colombia. Demuestra que se mantiene presente en algunos de los organizadores o interesados en la manifestación, sus buenos conocimientos y experiencia como conductores para sugestionar una masa humana y llevarla de forma descontrolada a destruir lo bueno de una ciudad.
Nos dio la sensación por lo menos a mí, y en gran parte con decepción, una fuerzas armadas muy reducida en número, frente a la gigantesca multitud enardecida y siempre a la defensiva, limitándose a atafagar a los revoltosos con gases lacrimógenos y llegando fuera de tiempo a algunos lugares sitiados por grupos de depredadores llegando cuando ya habían estos abatidos todo lo que quisieron.
Tendrá que el presidente Duque aumentar el pie de fuerza del SMAT, más en Bogotá, ´proveerlo de maquinaria (tanquetas) más modernas y con mayor rapidez de desplazamiento y de giros, y de otros mecanismos contundentes de defensa tanto para el SMAT y que sean de utilidad al mismo tiempo para el desalojo inmediato de grandes grupos de personas, reconociendo su esforzada labor de la fuerza pública en neutralizar a los violentos como al final lo consiguieron.
De acuerdo con lo afirmado por la renombrada periodista Salud Hernández en su último artículo en la revista semana; que la fuerzas armadas y el gobierno tenían que saber que podían darse estos resultados destructivos en Bogotá y otras ciudades de Colombia, pues, los organizadores y personas que se disponían a participar en las manifestaciones, estuvieron desde más o menos dos meses antes de las marchas, pregonando a los cuatro vientos, de la posibilidad que se dieran los mismos hechos nefastos sucedidos en Chile, y aun así no se prepararon lo suficientes para contrarrestar posibles agresiones a la fuerza pública y a derechos de terceros, ajenos a estas protestas, y por ello no pudieron evitar que un grupo de revoltosos aprovecharan la ocasión para arrasar de manera salvaje estaciones de Transmilenio, quemas de vehículos y hacerse de lo ajeno. Yo agregaría algo que de pronto olvidó la famosa periodista, que a la manifestación del 21 de noviembre le precedieron otras manifestaciones de protestas no remotas a la de la fecha citada en donde se presentaron desordenes y fechorías por un grupo indeterminado de manifestantes, lo que no existe justificación de no haber previsto, lo que era previsible.
El presidente Duque, manejo la situación con mucha inteligencia y táctica, cuidándose de no dar lugar a provocaciones por parte de su gobierno ni de las fuerzas armadas del que por mandato de la Constitución es cabeza de la misma, la lesión grave en la cabeza sufrida por el joven Dilan Cruz, parece ser un hecho por decisión individual del policía que disparó la munición de aturdimiento, lamentamos el estado de salud grave de este joven, pero nadie se ha puesto a pensar en la situación emocional en que podía estar el policía autor del disparo, con tres días de crueles enfrentamientos, recibiendo agresiones verbales y físicas, cansado, desesperado, y con miedo del cual pueden ser presas en estas situaciones los policías que por ello se le puede venir en mente por cualquier actitud que presenten los manifestantes de interpretarlos como inminentes ataques, nada dicen ni han protestado por la muerte del policía en Cali y de los cien heridos en Bogotá, para ellos no hay derechos fundamentales que alegar a su favor.
Para los promotores del paro del que se incluye Gustavo Petro y otros conocidos dirigentes políticos de izquierda, existe alta probabilidad por el efecto boomerang que, en las próximas elecciones presidenciales, sus contrincantes recuerden a los colombianos las imágenes negativas dejadas por las marchas del 21 de noviembre, presentando una Colombia abatida en su honor y a una Bogotá que siempre ha mostrado una cara resplandeciente belleza, con una cara de destrucción, que nos hace recordar los episodios que nos duele recordar del “bogotazo”, tras el asesinato del doctor Jorge Eliecer Gaitán.
De buen recibo por todos los colombianos, la preocupación que presente el presidente ante estos hechos, siempre se presenta por la televisión con su cara de bonachón, inspirando confianza, de sus palabras aflora las buenas intenciones con una pulcritud inigualable, convocando a voceros regionales a que se unan a la transformación social que requiere la nación, pero parece necesario, un cambio de gabinete o al menos de algunos ministros, el ministro de hacienda debe reemplazarlo, por mucho conocimiento que tenga en el manejo de las finanzas del Estado, habrán otros con igual o mejor conocimiento y más comunicativo, en realidad ha tomado medidas económicas impopulares con muchas cargas de tributos para los colombianos y con esa cara adusta y con respuestas con monosílabos a los medios de prensa aunque sea por su temperamento, pero se presta para entender que las explicaciones de economía que puede dar, resultan ininteligible para los colombianos.