
En esta nueva encuesta se muestra a Rodolfo Hernández con una intención de voto de 52,5 %, por encima de Gustavo Petro que marca un 44,8 %. Se trata de un estudio hecho por la firma GAD3 y divulgada por RCN radio y televisión.
Según la ficha técnica, el tamaño de la muestra es el siguiente: 467 entrevistas hechas el 30 de mayo y 732 entrevistas el 31 de mayo. Esto suma 1.199. Sin embargo, en el documento informan que el total es de 1.200.
Esto se explica, dicen fuentes de la firma GAD3, «porque la primera entrevista que se hace es para validar cuestionario, maqueta y demás entra sin hora y fecha». Pero, «en total, son 1.200» personas que expresaron su intención de voto.
Dice, además, que el procedimiento de recogida de la información es: entrevista telefónica asistida por ordenador (CATI) a teléfonos celulares de Colombia.
Según sus resultados, a la pregunta de quién cree que será el presidente, los encuestados respondieron: Rodolfo Hernández, 51,8 % y Gustavo Petro, 40,4 %.
Además, dice que un posible triunfo de Rodolfo se lo darían las mujeres, pues ellas votarían por él en un 55,7 % mientras que solo el 40,1 % lo haría por Petro.
En Colombia hay 39.002.239 personas habilitadas para votar en todo el país. La mayoría, 20.111.908, son mujeres. Los hombres son 18.890.331. La movilización del voto femenino es fundamental en esta definición.
En la mayoría de las regiones Hernández supera a Petro, menos en la región Pacífico, donde el candidato del Pacto Histórico tendría la mayor intención de voto con un 70% y Rodolfo solo el 27%. Y, también, en Bogotá, donde Petro aparece al frente con el 50%, mientras que Hernández tendría el 46%.
La firma que hizo este trabajo estadístico es GAD3 que suministra información a varios medios de España, entre ellos el diario ABC, de Madrid; y La Vanguardia, de Barcelona.
Según el experto en comunicación política y estudios de opinión pública de la firma Ennoia, Andrés Segura, “Los tracking son una modalidad de encuestas express, su objetivo principal es hacer un seguimiento frecuente, normalmente diario, que permita identificar tendencias y cambios casi en tiempo real.
«Eso ayuda a la toma de decisiones en campaña. Por temas operativos normalmente son pocas preguntas, las que necesitan seguimiento, dejando de lado otras preguntas que sirven para análisis más profundos», anota.
Para Segura, «estos trackings son normales en elecciones, las campañas los contratan para sus mediciones internas en las últimas semanas antes de la votación. Lo novedoso en Colombia es que los medios de comunicación que empiecen a publicarlos, cosa que sucede en Estados Unidos, por ejemplo».
Para él, el uso de nuevas tecnologías hace que bajen los costos y eso permite que sean más accesibles en estos nuevos tiempos.
Estos resultados, naturalmente, provocan distintas reacciones entre los actores políticos.
«En términos democráticos, las elecciones no se circunscriben solamente al acto de votar, son la oportunidad de generar una discusión pública sobre los temas que afectan a las sociedades, y desde esa perspectiva, los estudios de opinión son una herramienta muy valiosa para medir y entender esas conversaciones. Así deberían ser vistos. En ese sentido, más y mejores mediciones, con más preguntas que se puedan comparar, por ejemplo, son deseables», dice Segura.
Hay consenso entre los responsables de las firmas encuestadoras en el país que su trabajo consiste en tomar una fotografía del momento. Una encuesta es un reflejo de lo que está ocurriendo en determinado momento y no es una predicción.
Aun así, el mal uso de las encuestas termina generando confusión. «Equivocadamente se cree que las encuestas predicen lo que genera falsas expectativas y construye un escenario donde es muy fácil que estos estudios pierdan credibilidad. Los estudios de opinión necesitan analistas que puedan identificar tendencias y logren extraer conclusiones que den claridad a la ciudadanía, no solo titulares», dice Segura.
«Es inocultable que las encuestas son usadas como propaganda por las campañas; un resultado a favor o en contra de un candidato genera un cambio de percepción en los ciudadanos. Eso no está mal de por sí, pero impone un desafío de transparencia y mejor análisis a los divulgadores y medios de comunicación para que haya votantes mejor informados y no promueva a la desinformación», anota él.
Las encuestas de cara a la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2022 daban como un candidato fijo en segunda vuelta a Gustavo Petro, lo que efectivamente se ratificó, y marcaban en la intención de voto a Federico Gutiérrez siempre superando al ingeniero Rodolfo Hernández.
Esto, explican los encuestados, ocurrió por dos factores. Uno, porque hubo prohibición de parte del Consejo Nacional Electoral Colombiano, CNE, de hacer y publicar encuestas en la última semana previa a elecciones y en segundo lugar porque no alcanzaron a medir a los indecisos.
En conclusión en estos días frenéticos, los colombianos vamos a ver posiblemente nuevas y distintas encuestas que mostrarán la fotografía del momento. Pero serán los ciudadanos quienes el 19 de junio darán el veredicto definitivo.
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