A finales del mes de agosto de 2016, la naturaleza “le jugó una mala pasada” a directivos, docentes y alumnos de la Institución Educativa Joaquín F. Vélez en Magangué. Su muro de cerramiento colapsó en un tramo de más de 50 metros lineales.
Desde ese entonces, la Administración Municipal requirió a la firma contratista ‘Ingeniería, Materiales y Construcciones (Ingemac)’, que también ejecutó los trabajos de reconstrucción de la Carrera 16ª o Calle del Diocesano,pero nunca respondió.
Frente a esta situación, el rector del plantel, Arístides Villalobos Aníbal, aseguró que el muro de cerramiento debió ser diseñado con especificaciones técnicas determinadas pues el suelo es inestable y propenso al embate de las lluvias.
Las obras fueron contratadas por el anterior gobierno y ejecutadas inicialmente con recursos por el orden de los 518 millones de pesos. Sin embargo para terminarlo completamente, se requirió una adición de 120 millones aproximadamente.
Hurtos y actos vandálicos
Tras la caída del muro, la institución ha quedado expuesta y a merced de los “amigos de lo ajeno”, relata Villalobos Aníbal, quien aseguró a su vez que se han registrado hurtos de abanicos en algunas aulas de clase.
“También se han presentado actos vandálicos, como las puertas de los salones forzadas. Con esta situación, los únicos afectados son los estudiantes”, precisó el educador.
Hay voluntad
Villalobos Aníbal aseveró haber conversado en varias ocasiones con el secretario de Educación, Óscar Menco Castro, quien a su vez se comprometió a reunirse con su homólogo de Planeación, Zaith Camacho, para buscar una solución.