Desde cuando estábamos muy niños, nuestros ancestros nos acostumbraron a festejar las tradicionales fiestas de fin de año con luces artificiales de pirotécnica, en donde fluía a la par de los juguetes , dulces y vinos, los destellos de aparentemente juegos inofensivos como la quema de traqui traqui, volcanes, luces de bengala , mosquitos, tortuguitas, y hasta torpedos de menor peligro, todo con el fin de festejar con todas las de la ley el dia de Velitas, Navidad y año nuevo.
Hay que reconocer que todo aquello, los niños de entonces lo hacían bajo la supervisión de los mayores en cada hogar y hasta con la manipulación y dirección de los padres de familia , cosa que no ocurre hoy en ésta época de la tecnología.
Sin quema de pólvora no se interpretaba lo que era en espíritu de la Navidad, amén de la tradición católica cristiana de armar los hermosos pesebres y arbolitos de Navidad, con una singularidad de recogimiento familiar, plegarias, villancicos y hasta música festiva alusiva a la Noche Buena y año Nuevo.
De ayer hasta hoy las cosas han cambiado notablemente, porque si bien la manipulación de pólvora por inofensiva que parezca en algunos casos, genera peligro para los niños, como quiera que son artefactos explosivos en menor y gran escala, y para remate ya los infantes poco cuentan con el acompañamiento y vigilancia de los mayores. Todo se hace al libre albedrío sin importar las consecuencias.
Desde hace por lo menos unos treinta años para acá, a consecuencia de miles de niños mutilados por la quema de pólvora en Navidad y hasta fallecidos por la mala manipulación de los artefactos pirotécnicos, la Ley se ha endurecido para controlar esta práctica típica de esta temporada de fin de año y que muchas desgracias ha causado.
No es para menos, porque para diciembre siempre se presentan graves accidentes por la manipulación de pólvora, llámese inofensiva o de alto peligro. Entonces, las fiestas de fin de año, bien se puede celebrar en familia de otra manera, con una cena de integración y fiesta sana, las novenas de Navidad, escuchar villancicos y música de fin de año, o recogimiento total de meditación sobre el nacimiento del Hombre más importante que ha parido la humanidad, el Niño Jesús.
Es hora que los padres de familia y mayores cuidadores de niños y jóvenes, aprendan la lección que es un alto riesgo manipular o quemar pólvora en época de fin de año, hasta el punto que las autoridades han extremado las medidas de prohibición de dicha práctica en las fiestas de fin de año. Más vale prevenir que lamentar.
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