Circular en horas de la noche por la calle Padilla en Magangué se ha convertido en una acción riesgosa para los conductores desprevenidos. Y todo porque la pintura de los resaltos viales ubicados en ese sector se ha desgastado. Los colores, amarillo y negro se borraron y ahora se confunden con el pavimento.
Este medio conoció varias quejas de personas que no lograron observar o se olvidaron de la existencia de estos resaltos, por lo que terminaron golpeando sus vehículos.
En barrios como Samarkanda, algunos resaltos fueron construidos por los mismos vecinos, en una acción beligerante para impedir el paso de vehículos por determinada calle.
Tamaño de los resaltos
Esos resaltos conocidos como “Policías Acostados”, han sido objetos de críticas por su tamaño. En relación a esto, funcionarios del Fondo Municipal de Tránsito y Transporte afirmaron que las dimensiones y las demás características que poseen estos reductores de velocidad son los que deberían usarse en toda la ciudad.
“Esos resaltos fueron colocados por anteriores administraciones y son los técnicamente viables. Son los que reúnen las características que dice la ley”, concluyeron.