LA POPULARIDAD DEL ALCALDE
No es normal, pero es una realidad
Fue hace 33 años, el 13 de marzo de 1988, cuando se realizó la primera elección popular de alcaldes en Colombia, luego de la expedición del Acto Legislativo 01 del 9 de enero de 1986 que ordenó que: “Todos los ciudadanos eligen directamente Presidente de la República, Senadores, Representantes, Diputados, Ediles, Consejeros, Alcaldes y Concejales Municipales y del Distrito Especial”
Dos años después de esta reforma, aprobada bajo el gobierno del presidente Belisario Betancur y cuando ejercía como Registrador Nacional del Estado Civil el Dr. Humberto de la Calle Lombana, se realizó esta primera elección de alcaldes, en la cual estuvieron habilitados para votar 11.700.000 colombianos y se eligieron un total 1.009 alcaldes quienes ejercieron por un periodo de dos años.
Con la Constitución de 1991 se extendió el periodo de los alcaldes a 3 años y se permitió la elección de gobernadores por voto popular. Luego, mediante el Acto Legislativo 02 de 2002 los alcaldes pasaron a tener periodos de 4 años. Los primeros mandatarios con período de cuatro años fueron elegidos en octubre de 2003 y se posesionaron el 1 de enero de 2004.
Eso nos dice y reseña la historia, como también señala que los mandatarios elegidos por el voto popular gozan de una amplia popularidad durante el primer año, (una excepción es el caso del presidente Duque que en su primer año tiene una favorabilidad del 26%) la cual con el paso de los meses va bajando paulatinamente en la medida que el elector primario perciba, si el elegido está cumpliendo o no con las promesa hechas durante la campaña.
Por lo general –y en especial en su último año de gobierno- es cuando los mandatarios locales gozan de la más baja favorabilidad y es por eso que hizo carrera en el país la frase “el sol ya le está alumbrando a la espalda”, que señala que ya no cuenta ni con el apoyo, ni con el respaldo de la comunidad.
Y pareciera que fuera normal, pues el desgaste de un mandatario seccional luego de más de cuarenta meses de gobierno, es más que natural, porque queda casi como imposible cumplirle a todo el mundo.
“A seis meses de dejar el cargo, Pedro Ali, goza de una alta popularidad”
Hasta ahí todo es normal, lo anormal es que a esta altura y restando menos de seis meses para dejar su cargo, un alcalde goce de una amplia popularidad entre sus gobernados.
Ese es el caso del alcalde de Magangué, Pedro Ali Ali, quien en las encuestas de diferentes empresas supera el 60% por ciento de favorabilidad a su gestión y a su nombre.
Una de las encuestas, la más avezada, le da una favorabilidad del 68% de favorabilidad a su imagen y gestión al frente de los destinos del municipio.
Otra lo presenta con un índice de favorabilidad del 64% por ciento entre los encuestados y una tercera le da un margen del 62%.
Que tres empresas dedicadas a las mediciones de favorabilidad de los mandatario municipales, coincidan en sus resultados, solo indica que algo se debió haber hecho bien por parte de esta administración.
Y siendo analíticos y realistas, hay que reconocer que la Magangué de hoy es muy diferente a la de hace 42 meses y eso no se puede desconocer porque es una verdad que se puede ver y palpar en su cambio.
Sin lugar a dudas si esta administración tiene algo para mostrar y “sacar pecho”, es el programa de la “revolución del pavimento”, una iniciativa que hasta los contradictores de la administración, reconocen que fue una iniciativa que le cambio la cara a muchos sectores de la ciudad y también de los corregimientos.
Fue tal el éxito del programa, que mandatarios de otras ciudades averiguaron por él, y otros visitaron al municipio para conocer de primera forma su forma de ejecución.
Habría que hablar también de la semaforización, pues esa iniciativa puesta en marcha ya, le da una visión de ciudad organizada al municipio.
Así muchos no lo reconozcan, que Magangué sea sede de algunos deportes de los juegos nacionales, es fruto de la gestión realizada por Ali Ali y gracias también a las buenas relaciones que durante estos 42 meses de gobierno, llevó con el mandatario departamental, Dumek Turbay Paz.
La recategorización del municipio, fue otro de los aspectos que la gente del común le apunta como un acierto a esta administración, pasamos de sexta a ser un municipio de quinta categoría, algo que se reflejará en los ingresos al municipio, con lo cual se podrán ejecutar más obras, así no sea en este sino en el próximo gobierno, pero la tarea quedo hecha.
Claro que no todo fue color de rosa. Por ejemplo, se trató pero no se pudo mejorar el problema del espacio público, tampoco se mejoró la movilidad y el problema antes creció, al punto que de acuerdo con las cifras hoy en Magangué hay por lo menos siete mil mototaxista, una cifra que desborda cualquier cálculo.
De todas maneras, hay que reconocer desde cualquier orilla en donde se esté –bien sea de respaldo o desde la oposición- que Magangué si cambió de la mano de Pedro Ali, y así lo demuestran los datos de las firmas encuestadoras.