Creo que cada inicio de año deberíamos de plantear metas a largo y corto plazo, todos tenemos sueños diferentes unos quieren una casa, otros un carro, otros terminar sus estudios, especializarse, e incluso encontrar el amor de su vida para formar una familia, pero muchas veces olvidamos el propósito de ser mejores personas.
Debemos admitir que existen faltas en nuestro comportamiento que el corregirlas debería de ser el primer propósito, pero muchas veces nos dejamos llevar por lo más fácil, juzgamos a la ligera dejándonos llevar por prejuicios y orillando al conformismo, la falta de espíritu de tolerancia que trae condigo agresividad y descalificación, la falta de continuidad y firmeza en los propósitos que nos llevan al pesimismo, la falta de sentido de cumplimiento del deber que lleva a la irresponsabilidad y a quejas y lamentos.
¿Y qué hacer frente a estas faltas en nuestro comportamiento?, no deberíamos de seguir culpando a los demás y pensando que todo está bien en mí y que los que se equivocan son ellos, para mejorar se requieren varias acciones, como el rechazar, el protestar y el hablar cuando algo está mal, no podemos seguir justificando nuestro comportamiento.
También deberíamos de inculcar el sentido del cumplimiento del deber para que cada uno realice lo mejor que pueda, no solo es denunciar lo que está mal, si no que comprometernos a cambiarlo y hacer algo por mejorarlo. Además, escapar al optimismo fácil y al pesimismo definitivo mediante la fijación de metas ambiciosas acompañadas de aprendizaje de las experiencias vividas.
Pero también debemos de analizar y reconocer cuales fueron nuestras fallas el año pasado para así poder mejorarlas, muchas veces ofendemos sin darnos cuenta, gritamos a alguien sin merecerlo o lo que es peor hacemos sentir a las personas que son menos sin tener nosotros el derecho de crear inseguridades en otros.
Al mismo tiempo, trabajar con visión de largo plazo y sentido de futuro para lo cual es indispensable establecer tareas, determinar un ritmo y sostenerlo, aprender que el futuro no está predeterminado y que se construye con dedicación y esfuerzo, pues nada es dado gratuitamente.
Por esto iniciare el 2020 no solo con propósitos materiales, me hare propósitos para crecer como persona, para entender que cada acción tiene una reacción y que el soñar es gratis pero el lograr cada sueño requiere de mucho compromiso, dedicación y en muchas ocasiones el renunciar y cambiar muchos aspectos de nosotros mismos.