Raúl Andrés Pacheco Corrales permaneció varios años preso en la cárcel Ternera de la ciudad de Cartagena y su libertad por vencimiento de términos se produjo el 19 de diciembre, como quien dice fue un regalo anticipado de Navidad tanto para él como para su familia en Sincelejo.
Sin embargo la felicidad no duró mucho, pues a las 7:30 de la mañana de este sábado los habitantes de la calle principal del barrio El Sinaí lo vieron salir agonizando y bañado en sangre de una zona enmontada.
Le propinaron una puñalada en el abdomen que le causó la muerte. Se desplomó a un lado de la vía, en la calle 37 entre carreras 3 y 3B, y su cadáver permaneció tirado por varias horas sobre el pavimento ante la mirada de los habitantes que a esa hora despertaban y otros que desde la noche anterior no habían conciliado sueño alguno sino que departían de manera continua.
Los miembros de la Policía Nacional que acudieron al sitio tras el llamado de la comunidad delimitaron la zona del crimen con una distancia prolongada para evitar aglomeraciones alrededor del cadáver que tuvo por algunos minutos a una mujer adulta vestida de negro llorándole en el rostro, se presume que era la madre del muchacho que con 25 años ya tenía anotaciones por el delito de homicidio.
Trascendió que pese a tener varios días libre solo llegó a Sincelejo la noche del 24 de diciembre.
La primera hipótesis que las autoridades tienen sobre este crimen es un ajuste de cuentas.
De otra parte, en la zona sur de Sincelejo, barrio El Poblado, fue herido a balas Arturo de Jesús Redondo Martínez, también de 25 años.
Uno de los balazos lo impactó en el pie derecho y allí se le quedó alojado el proyectil, y el otro balazo fue en el glúteo izquierdo.
En la zona los que se percataron de este hecho se lo atribuyen a dos hombres que vestían con buzos de colores negro y blanco y cascos negros y que además se desplazaban en una motocicleta.