El avanzado estado de abandono y destrucción que registra en estos momentos la Institución Educativa Aníbal Ojeda, del corregimiento Nariño, en Sucre-Sucre, no permite el regreso a la presencialidad educativa.
Las aulas no solo presentan grietas que ponen en riesgo la vida de quienes estén en ella, sino que la maleza se apoderó de estas y la delincuencia se robó hasta el techo de algunos salones.
Estas situaciones evidencian la falta de voluntad política por parte de las autoridades y de sentido de pertenencia de la comunidad.
Gabriel Nadjar, rector, dijo que la reconstrucción del colegio la realizaría el Fondo Adaptación, pero al final ese proyecto se lo llevaron para otra sede.
«No tenemos dolientes ni en el municipio ni en el departamento ni la nación. Este colegio ha soportado 16 corrientes», dice el directivo docente.