Deplorable el estado en que se encuentra nuestra querida Magangué, da tristeza, dolor y vergüenza salir a nuestras calles, llenas de huecos y aguas putrefactas, da tristeza ver como nos pasan por nuestras narices, desarrollo y progreso para otras ciudades, todo se lo llevan para otro lado y a nosotros ni migajas nos dejan. Magangué no tiene dolientes.
Nuestros dirigentes, corruptos en su mayoría, no se deben mencionar con el respeto y honor que su condición demanda, porque si son dirigentes es para dar pupitrazos pagos en pro de obras, proyectos y beneficios para otras ciudades, pero Magangué que se joda. Ya se avizoran los pescadores de votos, dando vueltas por nuestro pueblo, sonrientes y abrazando a todo el mundo; pero nosotros, la clase popular, somo otros corruptos pendejos que seguimos recibiendo el billetico por el voto, para seguir sumidos en la miseria, la desidia,y el olvido.
Los politiqueros corruptos de siempre son unos descarados que vienen con su cara lavada a mostrarnos falsa amistad y pedirnos o comprarnos el voto.
Basta ya, no estemos inermes ante estos bandidos de cuello blanco, rechacemos su hipocresía y demandemos el deber ser, o sea la gestión y desarrollo de obras. No podemos ser más permisivos.
En lo que a mí respecta, quien venga a pedirme el voto, que me muestre los beneficios que ha traído a Magangué, de lo contrario que no se atreva ni a saludarme. No necesitamos diversión, lo que necesitamos es progreso, obras, desarrollo. A quien le cayó el guante… aquí estoy.