Después de once años de la última creciente más grande de la historia reciente del municipio de Magangué, su zona céntrica y periférica a esta hora ha comenzado a hundirse por cuenta de las lluvias y la crecida del río Magdalena.
En alerta máxima ha sido declarada la calamidad actual por la que atraviesa el país, en donde casi todo el territorio nacional es una «manta» de agua, con grandes pérdidas materiales y en la producción económica de los cultivos agropecuarios y su riqueza ganadera.
Frente a este grave problema, en el caso de Magangué, la misma comunidad optó por cerrar la calle la Albarrada debido a que esta vía está inundada por las corrientes del río en zonas como la plaza Bolívar y la Albarrada, amenazando con extenderse a otras zonas del centro de la ciudad.
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