Por: Omar Cuello Romero
Tras el fuerte golpe producido por la pandemia del Covid por espacio de dos años , y que aún continúa causando leves estragos en nuestra sociedad nacional, todavía sin recuperarse del todo , el fenómeno de las inundaciones en todo el país ha rematado tristemente las esperanzas de un pueblo que sobrevive de la misericordia y de la mano de Dios.
A todo este enjambre de situaciones dolorosas para la comunidad, en el caso local de Magangué, es evidente que aunque pasen tormentas y huracanes, este puerto fluvial sigue demostrando fortaleza económica frente a situaciones adversas que resquebrajan su tejido social notablemente.
Hay que reconocer que además de los fenómenos naturales señalados, ha habido otros inconvenientes de tipo político en el plano local que ha eclipsado la importancia del otrora Magangué, pero que con fortaleza su gente se mantiene viva para gritar al mundo que este pueblo existe con grandeza.
Es notoria su reactivación económica en el comercio local a pesar de las inundaciones, con la apertura de nuevos negocios, la reapertura de otros que se habían ido, y la estabilidad de su movimiento portuario, gracias también, valga la oportunidad de decirlo, que los puentes de la conectividad en la Depresión Momposina, han incidido en la vida de nuestra región.
Es claro que nuestro país está frente a un proceso político con las próximas elecciones regionales del año 2023, generando muchas polémicas, contradicciones y rivalidades propias de la actividad proselitista, pero con la fe en Dios que muy pronto Magangué y su zona de influencia saldrá airoso de este marasmo social, económico y político, con la esperanza puesta en la Cruz de su excelso escudo y el corazón grande de su gente.
Discussion about this post