Ad portas del debate democrático de mediados del próximo mes de marzo, en que se renovará el Congreso de la República en sus dos cámaras legislativas, la ciudadanía del común un poco escepticista de sus dirigentes, se muestra confiada en que la actitud de los futuros Padres de la Patria hacia los próximos cuatro años cambie radicalmente en lo concerniente a acciones y obras contundentes que mejoren el nivel de vida de la población.
Magangué y su región de influencia tienen la fe puesta en que luego de dos años de crisis social y económica generada por la pandemia del Covid19, la agenda de los futuros Representantes a la Cámara y Senadores por nuestro departamento se vea reflejada en verdaderas obras dirigidas al mejoramiento de la salud, la educación, la infraestructura vial, servicios públicos, seguridad ciudadana, cultura, deporte y recreación, entre otras cosas.
Es un secreto a voces que la gente del común poco está dispuesta a votar por las mismas caras de siempre, justificando esta decisión en que por lo menos en la pasada legislatura en el Congreso poco favoreció los intereses del pueblo, y por el contrario, las noticias desde la capital del país daban señales de escándalos, componendas económicas de los congresistas, corrupción y olvido a los intereses de la comunidad en las regiones.
Empero, esta vez la ciudadanía un poco rebelde saldrá a votar seguramente por aquellos dirigentes que tienen vínculos con nuestro territorio, afectos familiares y sociales, como también han dado muestra de interceder ante el gobierno en la búsqueda de obras de impacto social.
Magangué y la Depresión Momposina esperan que en la agenda de los futuros congresistas se plasme un contenido de obras tangibles como el mejoramiento de la red vial nacional que cruza esta zona del país, más agua potable, alcantarillado, construcción de la nueva plaza de mercado, generación de empleo, rehabilitación de los jarillones sur y norte de la ciudad, mejores hospitales, centros universitarios, etc.
Esa acción tiene que ser mancomunada e inaplazable por parte del gobierno nacional, pero para lograrlo es vital la escogencia de un excelente Congreso integrado por hombres probos y con buenas ganas de trabajar. Manos a la obra.