EDITORIAL
OMAR CUELLO ROMERO
Cuando el puente sobre el rio Magdalena apenas se construía hace cinco años, como alternativa de desembotellamiento entre la Depresión Momposina y el interior del país, nadie calculó que el movimiento portuario terrestre de toda la subregión se iba a ver colapsado tan temprano, por la falta de planeación por parte del Invias para la construcción de la variante Magangué-Chaparral para conectar de manera directa una vía para tráfico pesado que evitara la congestión que hoy presenta la zona por el flujo vehicular pesado.
En medio de agudas polémicas y contradicciones entre los gremios cívicos y gremiales por los trazados del puente de Santa Lucía y Roncador, la mega obra por fin se dio al servicio sin protocolo de inauguración debido a la súbita aparición de la pandemia del Covid.
La construcción del puente, en opinión de los observadores fue incompleta, porque no se construyó simultáneamente la variante para el desvío del tráfico automotor pesado entre la Costa y el interior del país, hecho que está generando inconvenientes serios a poblaciones como Magangué que recibe el desfile día y noche de tractomulas en cantidades inimaginables.
Hoy vemos con preocupación la racha de tractocamiones pasando por el centro de Magangué, sin que medie autoridad alguna para evitar el deterioro progresivo de la red vial urbana, causando además accidentes y trancones monumentales a lo largo de la única vía de acceso que tiene la ciudad, como lo es la carretera nacional.
Otra preocupación de la comunidad regional lo constituye el deterioro de la transversal de la Depresión Momposina de manera prematura, porque a solo año y medio de entrar al servicio esa importante vía, ya presenta grandes baches, averías g desplomes por la mala calidad como se construyó la obra por cuenta de irresponsables contratistas con la complicidad de funcionarios corruptos del Invias y el departamento de Bolívar.
Es hora de actuar, exigiendo al gobierno nacional y de Bolívar, una respuesta clara al deterioro de la malla vial de la Depresión Momposina, en donde por ejemplo los tramos Yatí-Santa Fe-Cicuco están destruidos. Las fuerzas vivas de la región deben actuar lacónicamente para que los responsables de esas malas obras respondan por sus actos de corrupción.