Desde la Orilla del Mar
Por: J. J. Rubiano
Se venía especulando desde que fue ternada por parte del gobierno, después cuando fue elegida por la aplanadora de la “mermelada” en el Congreso se intensificaron los temores, pero luego de la posesión de la nueva Procuradora, Margarita cabello, no quedo la menor duda que el gobierno del Duque se hizo a la Procuraduría General de la Nación.
Y no lo dice ni la oposición, ni los medios de comunicación, ni siquiera los que nos damos el lujo de pensar diferente al gobierno – porque en este país pensar diferente al sistema es colocar la primera piedra de la lápida-, sino la misma nueva Procuradora Margarita Cabello, quien sin sonrojarse en su discurso de posesión en dos oportunidades utilizo el término “nuestro gobierno”, dando entender así que durante los próximos dos años que le restan a este gobierno, la agencia del ministerio público, será un apéndice de esta administración.
La figura del Procurador General de la Nación aparece por primera vez en la historia constitucional del país en el Reglamento Provisional para el establecimiento del Poder Judicial, expedido por el Congreso Nacional de Angostura el 25 de febrero de 1819, antes de constituirse la nación en República.
La noticia que Margarita Cabello asumiera como la primera mujer en ser la Procuradora General, paso a un segundo plano con el deslucido discurso de sumisión al gobierno del presidente Duque.
La Procuraduría General de la Nación es la encargada de iniciar, adelantar y fallar las investigaciones que por faltas disciplinarias se adelanten contra los servidores públicos y contra los particulares que ejercen funciones públicas o manejan dineros del estado, de conformidad con lo establecido en el Código Único Disciplinario.
“Cuando el gato se va, los ratones hacen fiesta” reza el adagio popular que aquí queda como anillo al dedo si se tiene en cuenta que quienes cometen los actos de corrupción son los funcionarios públicos del gobierno y como la Procuradora ya se destapo y se declaró adepta o alfil de esta administración, entonces queda claro que investigaciones por corrupción serán un tema del pasado o mejor de “tape tape”.
Que tristeza que esto suceda en un país que se jacta de una tradición democrática y de ser un Estado de rececho. Ni lo uno ni lo otro, más bien un país que cayó en mano de una dictadura de facto disimulada como democracia.
No debería sorprendernos este hecho, pues desde hace muchos años se sabe que esa era la intención del hoy partido de gobierno.
Los colombianos quedamos sin instituciones que sean garantes del cumplimiento de las Leyes y de nuestra Constitución.
Uribe, que gobierna en el cuerpo de Duque, tiene hoy a su antojo y como buen “titiritero” el manejo de la Fiscalía con Barbosa, La Procuraduría con Cabello, La Defensoría con Camargo y la Contraloría con Córdoba.
Los cuatro funcionarios pregonan a los cuatro vientos su independencia del ejecutivo, pero todo el mundo sabe que son “fichas” claves de la actual administración, que actúan de acuerdo a las necesidades del gobierno.
Para la muestra un botón: Un joven a través de una red social en un trino descalificador desde todo punto de vista, pidió la muerte del presidente –claro que no lo nombró- y en menos de 24 horas la fiscalía a cargo del buen amigo del sub-presi y quien –según él- ocupa el segundo cargo de más importancia en el país, ordenó una investigación por el hecho.
Pregunto ¿Por qué no ha habido la misma rapidez y diligencia para adelantar las investigaciones por el ingreso de dineros a la campaña de Duque, caso conocido como la “ñeñe política”?
¿Por qué no hay resultados contundentes e inmediatos sobre el asesinato de líderes sociales o los feminicidios?
El Contralor por su parte salió a respaldar al gobierno en su negativa de hacer públicos los contratos de la compra de las vacunas. ¿Será por lo que no hay contratos?
Y será que la nueva Procuradora de “nuestro gobierno” si llevará a juicio disciplinario a su amigo y amigo del gobierno, senador Pulgar, acusado de soborno a un Juez y cuyo acervo lo tiene fuertemente implicado. La verdad yo no creo. Y el cuento de que se declara inhabilitada en muchos casos tampoco es prenda de garantía, pues quiérase o no, quienes adelanten las investigaciones, serán funcionarios que están bajo su mando y no van a fallar en contra de los deseos de su “jefa”.
Con este panorama como esta visto, creo que no queda por decir sino que a los colombianos nos llevó el pu………..