A pesar de que los datos estadísticos emanados del Instituto Nacional de Salud registraron un 27,2% de disminución de lesionados por quemaduras durante las fiestas de fin de año frente al 2017, todavía se mantiene en algunas regiones del país, la forma irracional de utilizar la pólvora. En diciembre de 2018 se presentó una reducción en el número de lesionados con pólvora. Así lo reveló el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que indicó que se presentaron 52 casos menos, al comparar las cifras con el mismo periodo de la vigencia anterior. Pese a estas cifras, la directora del ICBF, Juliana Pungiluppi, indicó que es necesario abrir un debate público con el fin de estructurar estrategias gubernamentales coherentes para controlar la venta de pólvora en el país, con el fin de que se presente una reducción mucho más drástica en el caso de los quemados.
Debemos preguntarnos qué nos está faltando y en que está fallando el Estado para cumplir con este altruista objetivo. Tenemos que tener en cuenta, nuestra cultura, tradiciones, estadísticas y la debilidad institucional de gran parte de los entes territoriales. Lo grave, es que, en la mayoría de las familias afectadas, no ejercen un control sobre los niños, que muchas veces desencadenan hechos lamentables que afectan su bienestar. Es indispensable que las familias tomen las precauciones necesarias para evitar el uso de la pólvora que en otras regiones del país han dejado más de un centenar de niños quemados, a pesar de los controles que ejercen las autoridades. Nuestros hijos merecen toda la atención en cada una de las etapas de crecimiento personal. No se pueden descuidar un solo momento, porque ellos no dimensionan el peligro en que se encuentran y están permanentemente expuestos a los riesgos que les ofrece el entorno.
Recordemos que cualquier accidente casero, pueden afectarlos física y psicológicamente a los mismos y es responsabilidad de los mayores, estar atentos y pendiente de ellos. Igualmente vale la pena recordar el peligro del uso de la pólvora. Debemos erradicar definitivamente el uso de los juegos pirotécnicos en nuestros hogares, porque es la mejor estrategia para evitar personas quemadas. Estos deben ser manejados por personas expertas en eventos oficiales. Recordemos que la pólvora es una sustancia explosiva utilizada principalmente como propulsor de proyectiles en las armas de fuego y con fines acústicos en los juegos pirotécnicos. Recordemos que la pólvora no es un juego de niños.