Transcurridos en relativa tranquilidad los comicios del pasado 19 de junio, ha quedado en el ambiente ciudadano del país un sabor a cambio y unas expectativas que deberá cumplir el nuevo gobierno que toma posesión el próximo 7 de agosto 2022.
La abrumadora mayoría que obtuvo el presidente electo Gustavo Petro Urrego frente a su inmediato contendor Rodolfo Hernández, indica que Colombia ha empezado a tomar conciencia de la democracia ciudadana frente a sus caros intereses sociales y económicos.
Después de doscientos años de historia en que los partidos tradicionales de derecha se alternaban el poder central, ahora le toca al pueblo a través de su Presidente Petro decidir su suerte para los próximos cuatro años de gobierno.
Entendida la democracia como el poder del pueblo, esta vez lo ocurrido el pasado 19 de junio demuestra que si se puede hacer el cambio de manera pacífica y dentro de los parámetros establecidos por la Constitución nacional, en donde en libertad y orden como lo indica el escudo colombiano se hace una transición por los caminos de la democracia plena.
Habrá que esperar un poco más sobre las decisiones que asuma el nuevo gobierno de frente a los desafíos que deberá enfrentar para su cuatrienio, donde el pueblo espera profundas reformas y cambios sociales y económicos que mejoren las condiciones de vida de la población más pobre de Colombia. Amanecerá y veremos con el gobierno del cambio.
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