por: Omar afuello Romero
A propósito del inicio de las campañas políticas en este año 2023, se hace necesario que la clase política de la región asuma su papel protagónico a través de propuestas serias sobre obras de impacto social y económico que, en el caso de Magangué cobran importancia para su desarrollo, tras la apertura de los puentes Roncador y Santa Lucía que han permitido un flujo vehicular en el orden nacional, siendo esta ciudad epicentro de esa interconexión vial.
Entre muchas obras de desarrollo que reclama Magangué y su zona de influencia, una de las más relevantes es la malla vial tanto urbana como rural, ya el gobierno nacional se ha comprometido dentro de su plan de vías terciarias, tener en cuenta al municipio de Magangué y la Depresión momposinapara la ejecución de carreteables rurales que permitan sacar del confinamiento geográfico a muchos pueblos de esta zona del país, como es el caso de Pinillos, Tiquisio y Montecristo, al igual que las Lobas. Eso es importante.
En el plano local mucho se ha discutido sobre el despegue de la movilidad urbana en la segunda ciudad de Bolívar, empezando por el rescate de los jarillones norte y sur, la variante Magangué-Camilo Torres, la construcción del Malecón en la Albarrada y las vías de penetración a los barrios subnormales, porque no es un secreto que Magangué está embotellado porque sus calles están deterioradas, especialmente de las pocas transitables del centro.
Lo de la variante es un hecho porque ya están los estudios y los recursos, y muy pronto deberán empezar las obras.
En cuanto al malecón portuario y turístico, solo existe la intención pero no hay nada concreto. Esa obra le representaría a Magangué un cambio de imagen urbana y de descongestionamiento de la Albarrada porque esta vía quedaría de dos carriles, incluido el propio Malecón en donde se ubicarían las garitas y fondas de una manera organizada y estética para abrirle las puertas a la ciudad como puerto y destino turístico.
En este último año de gobierno de alcaldes y gobernadores, sería oportuno que todas las obras anteriormente citadas quedaran por lo menos con los estudios listos, para que los próximos mandatarios a elegirse en el mes de octubre del presente año puedan gestionar los recursos de la mano de senadores y representantes a la cámara.
En esto último hay que reconocer la gestión del actual gobernador Vicente Blel Scaff sobre la cristalización de algunas obras de desarrollo como la pavimentación de vías hacia los corregimientos de la zona de sabana, la construcción de la sede regional del Sena y el Coliseo de Ferias Ricardo Botero Restrepo, obras estas que deben concluir este año, para lo cual es necesario que el gobierno nacional ponga interés en la asignación de recursos para que por fin Magangué y la región despierte hacia un mejor futuro de desarrollo.
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