Luego de varias horas de audiencia ante el Juzgado Segundo Especializado con funciones de Conocimiento, Liliana del Carmen Puello, alias la Madame, aceptó cargos por los delitos de trata de personas en concurso homogéneo sucesivo en concurso heterogéneo, con el delito de concierto para delinquir, por lo que pagará hasta 8 años y 6 meses de prisión.
“En un preacuerdo celebrado por la fiscal tercera especializada, Liliana Guardo Castaño, fiscal de apoyo y aprobado por el Juzgado Segundo Especializado, la Madame acepto cargo a cambio de que la Fiscalía le reconozca una rebaja punitiva de ley, quedando en ocho años y dos meses para la Madame y su compañero permanente, Gustavo Adolfo Ruiz; de igual forma para el progenitor, Carlos Campo, quien acepto cargos por los mismos delitos en calidad de cómplice, por lo tanto la pena es mucho menor quedando en 4 años y 4 meses”, anunció una fuente.
Un año polémico
El 28 de julio del año pasado, Liliana Campos Puello fue capturada por uniformados de la Fiscalía en un apartamento en El Laguito, lo que dio pie al inicio de una de las operaciones más escandalosas de los últimos años en Cartagena y el país. La Madame, calificada por las autoridades como la mayor proxeneta de la ciudad, fue aprehendida junto a 17 personas más presuntamente relacionadas con delitos sexuales, entre esos varios israelíes.
Precisamente el 30 de julio de 2018, respondió un “no” rotundo ante la pregunta que si aceptaba los cargos durante las audiencias de legalización de captura e imputación.
En ese entonces la diligencia se realizó a puertas cerradas y al concluir el juez fijó una medida de detención intramural al considerar que Campos representa un peligro para la sociedad. Desde ese momento, la mujer fue señalada de manejar el corredor sexual en las playas de la ciudad y de poseer la capacidad logística y contactos a nivel internacional para realizar eventos que demandan de servicios sexuales.
Según las autoridades, alias la Madame ofrecía fiestas sexuales en el extranjero mediante un catálogo que ofrecía a sus clientes internacionales, para que escogieran las niñas que aparecían en él, las cuales eran sacadas del país para que fueran explotadas sexualmente.