Otro nuevo “chicharrón” tiene el gobierno nacional del cual los medios de comunicación, especialmente los canales privados de televisión, poco o nada ha informado a los colombianos en sus parrillas de información diaria.
Se trata de la nueva ley de modernización de las tecnologías y las comunicaciones, la cual ya fue aprobada en primer debate del senado y tiene mensaje de urgencia del gobierno nacional, como quien dice se le dio prioridad por parte del ejecutivo.
Parece ser que con este proyecto que pretende modernizar las comunicaciones quienes salen más beneficiados los canales privados y las plataformas digitales mientras que los grandes perdedores son la ciudadanía y los canales públicos.
El proyecto plantea entre otras cosas la supresión de la Comisión Nacional de TV y la creación de un nuevo ente regulador conformado por cinco miembros los cuales serían nombras por el Presidente de la República, es decir la televisión quedaría en manos del gobierno de turno.
El poder de entregar las licencias del espectro electromagnético quedaría en manos del Ministerio de las Comunicaciones, es decir que sería el gobierno quien diría a quien sí y a quien no se le asignan esas licencias.
Preocupa que el Fondo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (FONTIC) y el Fondo de Televisión se fusionarían y quedaría todo en manos del MINTIC. Es decir, el Ministerio queda con la potestad de repartir todos los fondos y con ellos premiar y castigar a quien quiera quitando o dando trabajo.
Y será el mismo ministerio quien decidirá los contenidos de los programas de televisión que los colombianos debamos ver, algo que no está bien visto en las democracias modernas, pues se considera este hecho como una censura a la libre expresión, pues quienes quieran producir deben ser afines del gobierno y lógicamente hablar bien de él.
Se propone además aumentar de 20 a 30 años las licencias de los actuales canales privados de la Tv, siendo esta –sin lugar a dudas- una medida regresiva que congelaría el mercado e impediría la participación de nuevos jugadores con nuevas propuestas, y adicionalmente los canales privados se ahorrarían más de cien mil millones de pesos que deberían pagar por la licencia el entrante año, algo que no sucederá con los canales públicos como el UNO que si deberá pagar por su funcionamiento.
Por eso es que los canales privados se han hecho los de la “vista gorda” con este proyecto de ley, pues los beneficia pero perjudica a los públicos. Entendible su silencio.