Reza el adagio popular que en Colombia “la justicia, tarda, cojea pero llega”. Pero este no parece ser el caso que rodea el caso del joven empresario y ex senador de la república Héctor Julio Alfonso López.
Como es de público conocimiento la Corte Suprema de Justicia, apertura una investigación en contra de Alfonso López, por el “supuesto” apoyo recibido de grupos al marguen de la Ley cundo aspiro al congreso de la República.
La determinación tomó por sorpresa no solo al afectado, sino a la ciudadanía en general de Magangué -su tierra natal-, Bolívar y la costa norte colombiana en donde goza de un amplio reconocimiento y aprecio por su gestión legislativa durante sus ocho años en el congreso de Colombia.
Durante una de sus obras sociales entregando ayudas a las comunidades menos favorecidas
Considerándose inocente, como es de conocimiento público, Alfonso López, se presentó de manera voluntaria ante las autoridades quienes ordenaron su retención preventiva intramural en Bogotá.
De eso han trascurrido más de siete meses en el cual la defensa ha compilado un gran número de pruebas que demuestran que su defendido nunca ha mantenido reuniones o ha apoyado a grupos al marguen de la ley que operan al sur del departamento de Bolívar, como lo señala la Corte en su escrito de acusación.
Cabe anotar que la investigación adelantada por ese organismo, es producto de un anónimo llegado a la Corte.
Juiciosamente la defensa del joven empresario, empezó la tarea de recopilar las pruebas que permitieran demostrar su inocencia, basado no solo en testimonios, sino en pruebas técnica que así lo demostraban.
Pese a esto, la Corte -y no se entiende el porqué- ha rechazado algunas pruebas consideradas para el equipo de defensores, como importantes para demostrar la inocencia de su defendido.
Ese mismo equipo en reiteradas ocasiones y teniendo en cuenta que han presentado todo las pruebas y atendido los requerimientos, ha solicitado la libertad de su cliente en el entendido que lo expuesto demuestran su inocencia en los hechos que se le sindican.
Paradójico resulta que en Colombia -y es de conocimiento público- un país en donde la justica protesta porque los abogados se han vuelto especialistas en dilatar procesos judiciales de toda índole, buscando con esto el vencimiento de términos y lograr así la libertad de sus defendidos, en esta oportunidad no se quiere pensar que sea la misma Corte la quien sin entender por qué, sea la que dilate un fallo que demuestre la inocencia de Héctor julio Alfonso López.
En este orden de ideas, queda claro entonces, que este caso de la privación de la libertada del ex congresista de Magangué, no es más que un burdo montaje preparado por los enemigos políticos de la familia Alfonso López, a la que no le perdonan que con recursos propios provenientes de su empresas, hayan sido los gestores de un cambio en la manera de ejercer el ejercicio de la política, es decir para beneficio de todos y no de unos cuantos, como es lo tradicional.
En manos de la Corte Suprema esta entonces que la justicia en Colombia, tarde pero llegue.